Enfermedad arterial periférica: Dolor y calambres en las piernas y heridas persistentes en los pies se encuentran entre los síntomas
El Día Mundial del Corazón es el 29 septiembre
JACKSONVILLE, Florida — Dolor y calambres en las piernas no siempre son un problema ortopédico: Ambos pueden ser signos de la enfermedad arterial periférica, o EAP, un problema grave del flujo sanguíneo con implicaciones para el corazón. En este alerta del experto, la Dra. Young Erben, cirujana vascular en Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, explica cómo se trata la forma más común de EAP, EAP que afecta las piernas y los pies. Las opciones incluyen una técnica quirúrgica del pasado que los cirujanos de Mayo están resucitando y refinando para ofrecer nuevas esperanzas a los pacientes con EAP avanzada.
En la enfermedad arterial periférica, las arterias estrechas reducen el flujo sanguíneo a las extremidades afectadas. No reciben suficiente flujo sanguíneo para satisfacer la demanda. Es importante tratar la EAP cuanto antes, dice la Dra. Erben. En el peor de los casos, la EAP puede progresar a heridas abiertas que no cicatrizan, causando la muerte del tejido y la pérdida de las extremidades.
En todo el mundo, la enfermedad arterial periférica a menudo no se trata, aunque los médicos la reconocen ampliamente como un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca. La EAP se ha vuelto más frecuente en los últimos años; al menos 113 millones de personas en todo el mundo de 40 años o más tienen la enfermedad, según un informe de 2023.
“La EAP en la extremidad inferior, o la EAP en las piernas y los pies, se considera un espectro”, explica la Dra. Erben. “Va desde personas que tienen dolor en las piernas al caminar hasta casos más avanzados en los que el flujo de sangre a la pierna se ve tan afectado que los pacientes sienten dolor cuando están en reposo o están desarrollando heridas en los dedos de los pies y pies.”
Claudicación
La claudicación es un dolor en las piernas o los brazos que aparece al caminar o usar los brazos. El dolor se debe al flujo sanguíneo insuficiente hacia las piernas o los brazos. La claudicación suele ser un síntoma de la enfermedad arterial periférica, afección en la que hay se estrechan las arterias que suministran sangre a los brazos o más generalmente a las piernas. El estrechamiento suele deberse a la acumulación de placa o depósitos de grasa en las paredes de las arterias.
Los síntomas más comunes incluyen dolor en las piernas o calambres al caminar y pequeñas heridas en los pies que no sanan, dice la Dra. Erben. “Su primera reacción puede ser pensar que se trata de pequeños detalles para ignorar, pero es mejor llevar estos síntomas a su equipo de atención médica”, aconseja.
“Especialmente si tiene diabetes, presión arterial alta, colesterol alto o fuma cigarrillos y siente estos dolores, hable con su médico, ya que esto puede revelarle algo”, dice la Dra. Erben. “Es en estos pequeños detalles que detectamos la mayoría de los casos de EAP.”
El tratamiento depende de dónde se encuentre la persona en el espectro. Al comienzo del espectro, el tratamiento suele incluir:
- Tratar los factores de riesgo para la enfermedad arterial periférica, tales como presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, obesidad y tabaquismo.
- Realizar exámenes para problemas adicionales de flujo sanguíneo, tales como la enfermedad arterial coronaria, puede ser necesario.
- Desarrollar un programa de caminata — generalmente realizándolo en una cinta de correr — que el paciente puede seguir en casa o con un fisioterapeuta o entrenador físico.
“Caminar desarrolla nuevos vasos sanguíneos colaterales y aumenta el flujo sanguíneo a las piernas”, explica la Dra. Erben. “He observado esto con mis pacientes a lo largo del tiempo: En tres a seis meses, si se son diligentes al caminar, el dolor al caminar disminuirá y la personas que se encuentran en las primeras etapas de la EAP casi pueden volver a la normalidad.”
Las personas en el medio del espectro de PAD tendrán más acumulación de placa y bloqueos en los vasos sanguíneos de las piernas. La medicación puede ser necesaria para aumentar el flujo sanguíneo. En algunos casos, puede ser necesario algún procedimiento, como la inserción mínimamente invasiva de globos y/o stents para abrir las arterias; cirugía para eliminar bloqueos; o cirugía de bypass, en la que un cirujano extrae una vena de otra área del cuerpo y la conecta por encima y por debajo de una arteria bloqueada para mejorar el flujo sanguíneo, explica la Dra. Erben.
Se pueden recetar anticoagulantes para ayudar a mantener una mejor circulación.
En la forma más avanzada de la enfermedad arterial periférica, las personas pueden tener úlceras en los pies que se infectan. El objetivo, entonces, pasa a ser salvar la extremidad afectada: los cirujanos pueden realizar bypasses y, en algunos casos, una operación llamada arterialización transcatéter de las venas profundas (DVA, por sus siglas en inglés), en la que se conecta una arteria a una vena para tratar de proporcionar un flujo sanguíneo adicional que ayude en la cicatrización de las heridas.
Este procedimiento fue pionero en otros lugares en la década de 1970. Finalmente perdió popularidad con el desarrollo de técnicas menos invasivas, como globos y stents, que podrían usarse previamente en la EAP. En este momento, los cirujanos vasculares de Mayo Clinic están resucitando y perfeccionando este procedimiento, dice la Dra. Erben.
“Se considera una innovación, pero es una de esas técnicas antiguas que de alguna manera fue olvidada y que ahora está siendo resucitada. Comenzamos a realizarlo hace unos tres años para pacientes cuyas extremidades están amenazadas por la etapa final de la EAP y estamos teniendo éxito.”
En casos muy avanzados de enfermedad arterial periférica, el tratamiento puede requerir la amputación de la extremidad afectada, como los dedos de los pies o la pierna por debajo o por encima de la rodilla.
Los peores escenarios con EAP avanzada y el éxito que a menudo se observa cuando la enfermedad se detecta y trata temprano son la razón por la que es importante informar a su médico si comienza a experimentar síntomas recurrentes de calambres en las piernas, también conocidos como caballos charley; dolor en las piernas que comienza con el ejercicio y termina con el descanso o que no desaparece; o una herida en el pie, aunque sea pequeña, que perdura, explica la Dra. Erben.
“Los síntomas leves son los que las personas tienden a ignorar”, dice la Dra. Erben. “Desafortunadamente, muchas veces no se dan cuenta de que tienen un problema hasta que se convierte en un problema grave. El mensaje más importante que puedo transmitir a los pacientes es que incluso si cree que se trata de una queja menor, comuníqueselo a su médico, ya que puede descubrir algo que nunca había imaginado.”
Descripción general
Un calambre muscular es una tensión repentina e inesperada de uno o más músculos. Los calambres musculares pueden ser muy dolorosos. Hacer ejercicio o esforzarse mucho, sobre todo cuando hace calor, puede derivar en calambres musculares. Algunos medicamentos y enfermedades también pueden causar calambres musculares.
Estos calambres no suelen ser perjudiciales. Las medidas de autocuidado pueden tratar la mayoría de los calambres musculares.
Síntomas
Los calambres musculares generalmente ocurren en los músculos de la pierna, y la mayoría de las veces en las pantorrillas. Los calambres suelen durar algunos segundos o minutos. Una vez que se haya aliviado, es posible que el área quede dolorida por algunas horas o días.
Cuándo consultar al médico
Los calambres musculares suelen desaparecer por sí solos. Normalmente no requieren de atención médica. Sin embargo, consulta a un proveedor de atención médica en caso de calambres con estas características:
- Causan molestia intensa.
- Se producen con hinchazón, enrojecimiento o cambios de la piel en las piernas.
- Van acompañados de debilidad muscular.
- Se producen con frecuencia.
- No mejoran con el autocuidado.
Causas
Un calambre muscular puede producirse después de trabajar demasiado un músculo o forzarlo, perder líquidos corporales a través del sudor o simplemente mantener una postura durante mucho tiempo. Sin embargo, a menudo se desconoce la causa.
La mayoría de los calambres musculares son inofensivos, pero algunos pueden estar relacionados con un problema médico, como los siguientes:
- Flujo sanguíneo insuficiente. Un estrechamiento de las arterias que llevan sangre a las piernas puede causar un dolor de tipo cólico en las piernas y los pies durante el ejercicio. Estos calambres suelen desaparecer poco después de dejar de hacer ejercicio.
- Pinzamiento del nervio. La presión sobre los nervios de la columna vertebral también puede causar dolor de tipo cólico en las piernas. El dolor suele empeorar al caminar. Caminar ligeramente inclinado hacia adelante, como cuando empujas un carrito de la compra, puede aliviar los calambres.
- Falta de minerales. Muy poco potasio, calcio o magnesio en la dieta puede ocasionar calambres en las piernas. Los medicamentos que suelen recetarse para la presión arterial alta pueden aumentar la micción, lo que puede vaciar estos minerales del organismo.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de tener calambres musculares son los siguientes:
- Edad. Las personas mayores pierden masa muscular. Por lo tanto, los músculos no pueden esforzarse y pueden estresarse con mayor facilidad.
- Escaso condicionamiento. No estar en forma para una actividad hace que los músculos se cansen con mayor facilidad.
- Sudoración extrema. Los deportistas que se cansan y sudan mucho cuando practican deportes en climas cálidos suelen sufrir calambres musculares.
- Embarazo. Los calambres musculares también son frecuentes durante el embarazo.
- Cuestiones médicas. Tener diabetes o enfermedades que afectan los nervios, el hígado o la tiroides puede aumentar el riesgo de tener calambres musculares.
- Peso. El sobrepeso puede aumentar el riesgo de tener calambres musculares.
Prevención
Estas medidas podrían ayudar a prevenir los calambres:
- Bebe mucho líquido todos los días. Los músculos necesitan líquido para funcionar correctamente. Durante la actividad, bebe líquidos con regularidad. Sigue bebiendo agua u otros líquidos sin cafeína ni alcohol después de la actividad.
- Estira los músculos. Antes y después de la actividad, estira suavemente cada músculo durante un rato. Para evitar tener calambres en las piernas por la noche, haz estiramientos antes de acostarte. Hacer ejercicio ligero, como usar la bicicleta fija por unos minutos antes de acostarte, también puede ayudar a prevenir los calambres mientras duermes.
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