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Sentido comúnDon Ingber Estimados colegas y colaboradores de Wyss, Vivo en el South End de Boston, a menos de 1000 pies de lo que fue el estrecho cuello original de la ciudad a través del cual William Dawes montó su caballo desde las puertas de la ciudad un paso por delante de las fuerzas británicas para advertir a la gente de Lexington que los británicos se acercaban, mientras su amigo más famoso, Paul Revere, remaba silenciosamente a través del puerto de Boston para comenzar su viaje a Concord. Este fue el primer acto de rebelión contra la tiranía que amenazaba la libertad individual de los colonos que se afanaban por hacer suya la tierra en este nuevo continente. 250 años después, nos vemos obligados a defender nuestra libertad una vez más. Algunas de nuestras instituciones más preciadas, nuestros colegios, universidades y hospitales de investigación,  El Instituto Wyss inicia una colaboración precompetitiva con múltiples socios industriales para facilitar una administración más eficaz de fármacos al cerebro. Crédito: Instituto Wyss de la Universidad de Harvard. están bajo ataque. Lo sé porque mi laboratorio y el instituto de investigación que dirijo en Harvard fueron alcanzados por uno de los primeros disparos a través de la proa. En la noche del 14 de abril, pocas horas después de que el liderazgo de Harvard rechazara las demandas irrazonables de la Administración Trump, recibimos tres órdenes de suspensión de trabajos de agencias de financiamiento del gobierno que exigían que dejáramos de trabajar de inmediato en proyectos de investigación científica y desarrollo tecnológico por valor de casi $ 20 millones. Estos esfuerzos apoyaron el trabajo para identificar medicamentos que podrían proteger a nuestros ciudadanos y soldados contra las lesiones por radiación causadas por posibles desastres en reactores nucleares o una explosión nuclear.  Instituto Wyss de la Universidad de Harvard Los mismos medicamentos también podrían ayudar a los astronautas a resistir la exposición a la radiación en el espacio profundo que actualmente hace imposible volar a Marte. Otro proyecto fue el desarrollo de diagnósticos de alta sensibilidad que pudieran detectar temprano la ELA y la enfermedad de Alzheimer, utilizando solo una gota de sangre. Pero no estamos solos. El Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) y otras agencias han dejado de financiar laboratorios en numerosos colegios y universidades en prácticamente todos los estados de la nación. Y ahora los NIH aparentemente están reteniendo fondos adicionales sin informar a las universidades sobre los detalles de su plan. La administración Trump está tomando a la ciencia como rehén para presionar a estas universidades para que remedien el antisemitismo en sus campus,
Pero, ¿es esto justo? Imagínese un escenario en el que se critica a la administración actual por un paso en falso que se originó durante la administración anterior, más de un año antes de que Trump asumiera el cargo. Y esto ocurrió a pesar de que la nueva administración implementó reformas para comenzar a abordar el problema. Es probable que la Administración Trump condene el ataque como una distorsión de la justicia y se defienda con ferviente determinación.
Esta es la situación en la que se encuentra Harvard ahora. La realidad es que la nueva dirección de Harvard, y muchas de las otras universidades líderes, han realizado cambios importantes para combatir el antisemitismo desde que estalló el conflicto entre Hamás e Israel en octubre de 2023. Harvard ha fortalecido las reglas y las acciones disciplinarias, ha iniciado esfuerzos para apoyar el sentido de pertenencia de los estudiantes judíos, ha suspendido programas que habían sido acusados de prejuicios contra Israel y ha creado mecanismos para informar de forma anónima incidentes de prejuicios. E incluso han reprendido a los profesores de Harvard, así como a los estudiantes que no siguieron las nuevas reglas de la Universidad. Lo que la Administración Trump está haciendo ahora no tiene nada que ver con la lucha contra el antisemitismo.
e inculcar la ideología propia de la actual administración. Están tratando de poner de rodillas a las instituciones educativas y de investigación más grandes del mundo e infundir miedo en los demás. En el camino, la investigación científica, la fuente eterna de las tecnologías innovadoras de Estados Unidos que forman la base del éxito económico y la competitividad internacional de nuestra nación, está siendo estrangulada.  Instituto Wyss de la Universidad de Harvard.
Durante los últimos 75 años, la colaboración entre el gobierno y la academia ha apoyado los mayores avances en ciencia y medicina en la historia del mundo. Somos el imán para los mejores y más brillantes jóvenes científicos del mundo que se convierten en futuros ciudadanos. Este es un ciclo de retroalimentación positiva que hace que Estados Unidos sea más fuerte y que la vida sea mejor para todos. Ahora nuestro gobierno le está dando la espalda a esta alianza, pero no ofrece una alternativa clara para mejorar la salud y el bienestar de nuestro pueblo.
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