Universidad 2030 , Personal docente e investigador
Información especial. Crue Universidades Españolas – 4
Personal docente e investigador
Acabar con la tasa de reposición
La crisis económica iniciada en 2008, que se prolongó durante años y cuyos negativos efectos no han sido aún superados, ha tenido un impacto negativo sobre las plantillas del PDI de las universidades públicas. La drástica reducción de la tasa de reposición de efectivos se mantuvo durante algunos años y solo recientemente ha vuelto a ser del 100% de las vacantes (si bien en algunas comunidades autónomas la legislación propia ha seguido limitando dicha tasa y manteniéndola por debajo Universidad 2030 , Personal docente e investigador
del nivel que permite la reposición de todos los efectivos que causan baja).
El resultado de esa política ha sido la reducción del número de profesores y profesoras permanentes de las universidades, con la precariedad laboral que lleva asociada y, consiguientemente, el envejecimiento de las plantillas al no haberse podido producir el natural y necesario relevo generacional. Universidad 2030 , Personal docente e investigador
Es evidente que el problema más acuciante que se tiene que abordar es el relativo a la desestructuración y envejecimiento de las plantillas de PDI. Y ello pasa por la desaparición de la tasa de reposición (o, alternativamente, su incremento por encima del 100% del reemplazo de efectivos) que deberá acompañarse de una nutrida incorporación de personas jóvenes, docentes e investigadores, que serían la cantera que facilite la renovación continuada y progresiva de las actuales plantillas envejecidas. Deberían ser el eje central de una docencia de calidad y además mantendrían y potenciarían los equipos de investigación que hoy, en muchos casos, están seriamente amenazados en su continuidad. Esa política, por supuesto, debe ir acompañada de una adecuada financiación universitaria, tanto por parte del Gobierno central como, tratándose de una competencia transferida, de las comunidades autónomas.
Más autonomía para la gestión de los RRHH
Las figuras de PDI deben diseñarse de forma que exista una carrera profesional que permita la estabilización y la promoción. La regulación en detalle de estos aspectos debería situarse en un nuevo Estatuto del PDI, el cual debería tener en cuenta la autonomía de las universidades para realizar la promoción de su profesorado dentro de los límites establecidos en la norma.
El acceso a las figuras permanentes de PDI, sean de carácter funcionarial o laboral, requerirá una selección a través de concurso público entre personas que hayan obtenido el título de doctor, así como la acreditación correspondiente. Las características de esta acreditación, así como las entidades responsables de emitirlas, deberán ser reguladas en el nuevo Estatuto del PDI. En todo caso, dichos mecanismos deben ser compatibles con un esmerado respeto del principio de Autonomía Universitaria. Universidad 2030 , Personal docente e investigador
Las futuras líneas estratégicas de actuación y proyectos legislativos en el ámbito del PDI deberían mantener las dos grandes tipologías de PDI ya existentes: profesorado funcionario y profesorado contratado laboral. Y también deberían incorporarse mecanismos que faciliten la promoción y el tránsito desde la condición laboral a la funcionarial. Al mismo tiempo, podría regularse el contrato de profesor contratado doctor de manera más flexible y abierta (análoga a la del investigador distinguido de la Ley de la Ciencia) de forma que pudiera ser completado (equiparación a las figuras estatales, duración, jornada y horario, retribución, actividades a desarrollar, etc.) por las comunidades autónomas a través de sus propias normas o, en su caso, por las universidades, teniendo en cuenta su cómputo en la estructura y en las posibles limitaciones que se establezcan para las plantillas de PDI Universidad 2030 , Personal docente e investigador
Estudiantado
Un Bachillerato más generalista
La experiencia en el conjunto del sistema universitario ha puesto de relieve la conveniencia de un Bachillerato más generalista para evitar que el estudiantado acceda a determinados grados sin haber estudiado materias básicas del mismo, lo que genera un incremento de la tasa de abandono o, al menos, peores resultados académicos en sus estudios universitarios. Se propone una mayor colaboración y coordinación con la formación secundaria en lo que respecta a la orientación profesional y académica del estudiantado.
Además, la rápida evolución de los conocimientos y la necesidad de adquirir amplias competencias plantea como necesidad imperativa que las y los estudiantes en sus etapas de educación superior no universitaria y universitaria puedan acceder a una formación multidisciplinar. Se trata de ofrecer el conocimiento y las competencias necesarias para afrontar con solidez los continuos cambios sociales y profesionales y el futuro desarrollo personal del estudiantado.
El Estatuto del Estudiantado es imprescindible
El título VIII de la LOU se refiere a las y los estudiantes de una forma muy general y sin abordar algunas cuestiones que, cada vez, adquieren más relevancia y complejidad en el momento presente y de cara al futuro próximo. Si bien una ley no puede ni debe regular de forma exhaustiva esta cuestión, la futura normativa debería servir para marcar unos mínimos y posicionamientos estratégicos sobre el tratamiento y rol del estudiantado en la próxima década. Al margen de estas consideraciones, es preciso un nuevo marco regulador como el Estatuto del Estudiante que permita desarrollar disposiciones que no requieran rango normativo.
Las y los estudiantes son agentes protagonistas de las actividades y las dinámicas que tienen lugar en la Universidad, tanto en el proceso de aprendizaje como en el de gobernanza de la institución. Además, el colectivo de estudiantes es uno de los actores principales de la docencia, la política académica, el emprendimiento y la actividad sociocultural que tiene lugar en las universidades.
El futuro estatuto deberá definir los derechos y deberes del estudiantado sobre las condiciones de acceso a los estudios universitarios, la igualdad de oportunidades en el proceso de aprendizaje, las garantías de calidad de la formación recibida, así como la representación y participación en los distintos ámbitos de la gobernanza universitaria.
Universidad inclusiva y accesible
Cualquier estudiante debería poder acceder y permanecer a la Universidad sin restricciones por razones económicas y sociales. Por ello, el marco legislativo debe formular los elementos suficientes para garantizar el cumplimiento de los principios generales de igualdad de oportunidades basados en la equidad, la inclusión y la no discriminación en todas sus dimensiones.
Desde una perspectiva social, la función de la Universidad ha de reflejarse en el fomento e impulso de una institución inclusiva que integre la diversidad con normalidad; aborde la realidad de los grupos infrarrepresentados, y trabaje para la eliminación de todas las barreras que lo dificultan.
La inclusión de personas con discapacidad precisa introducir competencias, objetivos y contenidos transversales tanto para el estudiantado como para el resto de la comunidad universitaria. Es imprescindible abordar el diseño universal para el aprendizaje en una universidad inclusiva y accesible a todas las personas. Se trata de facilitar e integrar las necesidades educativas específicas en el desarrollo normal de la actividad docente.
Revisión del sistema de becas y tasas
Igualar la ratio del PAS a la del PDI
Las plantillas de PAS en las universidades públicas constituyen una reducida ratio con respecto al personal docente e investigador (PDI). En la mayoría de los casos, esta ratio se encuentra por debajo de uno, mientras que, en la mayoría de los países de nuestro entorno, y más concretamente en el ámbito europeo, la ratio media está cercana a dos PAS por cada PDI. España está muy lejos de estos índices, y por lo tanto tiene necesidad de incrementar este sector. Por esta razón, es imprescindible que las universidades puedan acceder a financiación y flexibilidad suficiente para que, de forma progresiva, configuren adecuadamente sus plantillas.
Se necesita poner en valor la importancia estratégica de la gestión universitaria y de sus servicios y, en consecuencia, el valor añadido de las responsabilidades del personal que los realiza. Las universidades mejores y más eficientes cuentan con equipos humanos de gestión transdisciplinares con capacidad, cualificación y habilidades para la adaptación a los cambios de toda índole.
Las universidades, para ser eficientes en el ámbito de la administración y gestión de los servicios universitarios, deben disponer de un personal especializado y altamente cualificado en áreas como la administración, los servicios, y el soporte a la investigación y a la transferencia. Para garantizar un desarrollo con liderazgo y calidad en sus funciones docentes e investigadoras, las universidades deben contar con un número de profesionales especializados suficiente y adecuado a sus responsabilidades académicas, de transferencia y sociales.
Flexibilidad para contratar especialistas altamente cualificados
La universidad innovadora y excelente debe contar con profesionales especializados en tecnologías digitales, laboratorios de investigación y soporte a la investigación, bibliotecas, gestión académica, económica o de proyectos de investigación. Muchos de estos profesionales son claves e imprescindibles en la puesta en marcha de proyectos de innovación, transformación y/o en seguimiento, control y mejora de los sistemas de funcionamiento de la universidad, con roles complementarios al PDI. Esto pone de relieve la necesidad de tener PAS cualificado y especializado para que las universidades sean competitivas.
Las universidades deben tener la flexibilidad suficiente como para decidir su estructura, perfiles de plazas, niveles, especificidad de tareas. En definitiva, se necesita una normativa que permita contratar con libertad a profesionales de gran nivel con competencias suficientes en materias de dirección transversal, como defensa y asesoramiento jurídico, dirección y control financiero, sostenibilidad, tecnologías de la información y la comunicación, prevención de riesgos laborales, responsabilidad social corporativa, o protección de datos, entre otras.
La Universidad requiere de mandos intermedios, técnicos especializados para los que se deben preparar convocatorias muy especializadas. Esto pone de relieve la necesidad de captación y retención de especialistas con talento por parte de las universidades y para ello se requiere la financiación adecuada que facilite estas acciones.
La carrera profesional del PAS, una asignatura pendiente
Es necesario que la Administración Pública con competencia legislativa defina una carrera profesional del Personal de Administración y Servicios (PAS), pero teniendo en cuenta la autonomía universitaria. Se requiere una propuesta que permita una aplicación flexible en el marco de cada universidad y contemple programas de formación y evaluación de la actividad profesional, con criterios bien definidos para fijar las escalas/niveles y los incentivos correspondientes.
Actualmente, en la contratación del PAS, se utiliza tanto la vía funcionarial como laboral. La convivencia de ambos modelos en el ámbito universitario puede ser muy interesante ya que, según los ámbitos de trabajo, como por ejemplo los proyectos de investigación, la flexibilización puede facilitar la consecución de objetivos. Sin embargo, a veces esta dualidad puede ser complicada debido a los diferentes regímenes de selección, promoción y remuneración. Ambos colectivos deberían regularse teniendo en cuenta las equiparaciones necesarias.
Se debe trabajar para conseguir la implicación de los/las profesionales del PAS en los programas y proyectos estratégicos de cada universidad, pero también para visualizar, en el contexto social, la importancia indiscutible que este sector tiene para el buen funcionamiento de la institución. Se plantea la necesidad de reflexionar sobre su papel en la gobernanza de las universidades.
Universidad 2030 – TRANSFORMACION DIGITAL – FINANCIACIÓN – IGUALDAD