Universidad 2030 – DOCENCIA
Información especial. Crue Universidades Españolas – 1
DOCENCIA
Responder a las demandas de formación de la sociedad
Para acometer la transformación de las universidades es necesario afrontar la racionalización de la oferta académica. El número de títulos de Grado y Máster ha crecido año tras año desde la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) en España. Después de poco más de una década desde la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior, es necesario que, desde todos los ámbitos, tanto el universitario como el de las administraciones educativas de las comunidades autónomas y del Estado, se inicie un proceso de reflexión, colaboración y coordinación que permita un
análisis crítico de la situación actual con el objeto de intentar racionalizar, corregir y mejorar la oferta actual de títulos oficiales de Grado, Universidad 2030 – DOCENCIA Universidad 2030 – DOCENCIA
Máster y Doctorado.
En cuanto a la oferta de grados se refiere, es necesario hacerla socialmente comprensible, tanto en lo que respecta a la denominación de estos como a una mayor claridad de los objetivos formativos que alcanzarán las y los estudiantes. Por otro lado, debe mantenerse un cierto carácter generalista para los grados, tal y como recoge la ley. Es necesaria también una reflexión sobre la adecuación entre las plazas que la Universidad está ofertando en algunas titulaciones y el nivel de demanda de estas, en relación con las previsiones de oferta laboral posterior que tendrán los futuros egresados y egresadas, sin olvidar que, en ocasiones, el servicio público implica mantener oferta de grados con baja matrícula en ámbitos necesarios socialmente. Esta racionalización no impide que las universidades puedan proponer nuevas titulaciones, pero implica que estas han de responder a las demandas de una sociedad del conocimiento en constante transformación. Universidad 2030 – DOCENCIA Universidad 2030 – DOCENCIA
Oferta académica más flexible
La Universidad debe desarrollar su actividad en consonancia con el entorno social en el que se ubica. Es evidente que la formación de los y las estudiantes debe tener en cuenta las necesidades del tejido socioeconómico, pero también la formación de ciudadanos dotados no solo de conocimientos, sino también de competencias que les permitan construir el futuro en un contexto de profundo cambio tecnológico y social. Es muy importante que las y los estudiantes adquieran, además de conocimientos, competencias ligadas a la responsabilidad social y a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y que se fomente su espíritu crítico. La formación complementaria reglada y, junto a ella, la certificación o acreditación de currículums más abiertos son retos que la Universidad debe afrontar. Debería garantizarse la suficiente flexibilidad en las etapas iniciales de cada título, mediante el establecimiento de itinerarios académicos abiertos para dos o más titulaciones de Grado de la misma rama de conocimiento, o incluso de diferentes ramas de conocimiento siempre que la formación previa preuniversitaria lo permita; en este caso, deben fijarse con claridad las oportunas limitaciones en cuanto a duración, número máximo de créditos y cupo restringido de admisión, en función de las plazas que tuvieran los títulos incluidos en el itinerario abierto correspondiente.
Ampliar los títulos integrados
La demanda continuada que se ha producido en los últimos años, fundamentalmente desde ámbitos ligados a la Ingeniería y Arquitectura para la vinculación de programas académicos de Grado y Máster (los denominados títulos integrados), con independencia de lo recogido en el R.D. 1393/2007, que permitan una mejor visualización de los títulos de Máster ligados a atribuciones profesionales, exige una modificación normativa. Dicha modificación debería restringirse a titulaciones habilitantes asociadas a profesiones reguladas y/o asociadas. Debe analizarse la conveniencia o no de limitar esta vía al área de la Ingeniería y Arquitectura. Además, se deberían recoger algunas restricciones adicionales; al menos, las siguientes: no poder acceder al Máster sin tener superados un número de créditos equivalente a 3 cursos (180 ECTS), siendo este el único caso en el que se podría acceder al Máster sin haber finalizado totalmente el Grado; no poder defender el TFM sin haber finalizado el Grado vinculado.
Es necesario facilitar y mejorar la inserción del estudiantado universitario en el mercado laboral mediante títulos duales: Grado Dual y Máster Dual. El programa de formación dual debería realizarse en una empresa o entidad con la que se suscribirá un convenio, y consistirá en la ejecución de un contrato laboral con el o la estudiante por una duración igual, al menos, que la del programa de formación dual necesario para obtener la mención dual. Dicho contrato tendrá por objeto la realización de cometidos que estén directamente relacionados con los estudios de Grado o Máster que esté realizando el estudiantado. La Formación Dual debería contemplar que entre el 25 y el 50 por ciento de los créditos de Grado consistan en la ejecución del contrato laboral. En el caso del Máster, al menos el 40 por ciento de los créditos, o como mínimo 30 créditos ECTS. La adaptación a la Formación Dual debería ser certificada por una agencia de evaluación de la calidad con competencias en verificación y acreditación de titulaciones.
Enseñanza a distancia de calidad
La implementación con garantía de calidad de la enseñanza a distancia constituía ya un reto fundamental en estos últimos años. La situación derivada de la actual pandemia de la Covid-19, que está obligando a las universidades al desarrollo de modelos de docencia híbridos o totalmente no presenciales, acentúa aún más la necesidad de establecer dicha garantía porque estos formatos han venido para quedarse. Por ello, desde las universidades trabajamos para: 1. Justificar adecuadamente la pertinencia de la modalidad (no presencial o semipresencial), con especial incidencia en los títulos con alto componente experimental 2. Justificar metodologías docentes y actividades formativas acordes con la modalidad formativa, incluyendo las garantías adecuadas en las pruebas de evaluación 3. Garantizar un profesorado cualificado y especializado, tanto desde un punto de vista académico como en cuanto a su formación y competencias orientadas a la modalidad escogida. En particular, el profesorado deberá cumplir con las previsiones de la ley orgánica de Universidades (LOU) en materia de doctores y, en su caso, conforme a los criterios del Art. 7 del RD 420/2015. 4. Disponer de entornos de aprendizaje virtual suficientes y adecuados a las enseñanzas que se van a impartir y al número de estudiantes que se prevén en las mismas
Adaptarse mejor a las demandas sociales: títulos propios
Los títulos propios deben ser considerados a todos los efectos como parte integrante de la oferta formativa de las universidades. De hecho, constituyen una estrategia importante de adaptación de la Universidad a las demandas sociales. Por lo tanto, deben estar sujetos a controles de calidad, ya sea por la vía de la creación de un Sistema de Garantía Interno de Calidad o por cualquier otra vía que garantice el nivel de exigencia. Dichos controles no deben, en cualquier caso, restar capacidad de responder rápidamente a demandas emergentes de formación y no deben reducir la flexibilidad de la que gozan estas titulaciones, dado que es una de sus mayores ventajas. Será necesario, por tanto, definir muy claramente el enfoque, el alcance y los procedimientos que permitan alcanzar los objetivos mencionados.
Avanzar en el desarrollo de titulaciones internacionales conjuntas
Las competencias lingüísticas e interculturales serán esenciales para desarrollar iniciativas que promuevan de forma decidida el fortalecimiento del Espacio Europeo de Educación Superior. La universidad española tiene ante sí el reto fundamental de avanzar de forma significativa en el desarrollo de titulaciones conjuntas de carácter internacional, especialmente en el contexto europeo. Asimismo, ha de facilitar la realización de periodos de estudio en el extranjero como un elemento más del proceso formativo. Para que las iniciativas de promoción de titulaciones internacionales tengan éxito, es imprescindible que se produzca una clara flexibilización de toda la normativa reguladora actual, que permita el diseño de iniciativas innovadoras y adaptadas al nuevo escenario. Esta flexibilización normativa debe buscar el reconocimiento automático de títulos nacionales entre los países miembros de la UE y aplicarse en general a todas las titulaciones conjuntas. Este reconocimiento es urgente para garantizar la viabilidad real de la iniciativa «Universidades Europeas».
La mejora de la calidad docente y la innovación docente han de ser objetivos prioritarios de las universidades. La docencia ha de ser considerada una parte esencial del compromiso de la Universidad con la sociedad en general y con las y los estudiantes en particular, y debe ser adecuadamente reconocida e incentivada, al igual que sucede con las actividades ligadas a las otras dos funciones de la Universidad: investigación y transferencia. Por ello, es imprescindible que la valoración de la docencia adquiera un peso sustancial en los procesos de acreditación y de evaluaciónMás confianza en las universidades
El futuro de las universidades requiere adquirir un grado de madurez en la mejora (y no solo en el aseguramiento) de la calidad de cada uno de sus centros universitarios y, muy probablemente, a medio plazo, de las propias universidades. Lo importante (y sostenible) es poner el peso de la gestión y de la rendición de cuentas sobre los centros que, a través de su sistema de garantía interno de calidad (SGIC), definen su proyecto institucional, lo controlan, toman decisiones y rinden cuentas acerca del mismo. El sentido de este cambio es profundo. Se pasa de una cultura de control externo (a modo de auditoría) a una cultura de autonomía universitaria, transparencia, rendición responsable de cuentas y confianza. Los centros universitarios deben demostrar esta competencia y, una vez que sea evaluada y evidenciada, hay que proporcionarles una mayor autonomía en la gestión de sus cambios curriculares y de sus procesos de enseñanza-aprendizaje. Para ello, resulta fundamental entender la Universidad como algo que va más allá de las visiones cortoplacistas que la identifican con la mera oferta de un número determinado de titulaciones. La acreditación institucional podría convertirse en el pilar básico de este modelo de Universidad, entendido como un ecosistema de docencia, investigación y transferencia en el que los centros universitarios constituyen las unidades básicas de evaluación. Para ello es necesario que se clarifiquen aspectos como los procedimientos de renovación de esa acreditación, y la garantía de homogeneidad de criterios en las pautas de evaluación, entre otros.
QS, Ranking universidades , España, Portugal y Latinoamérica