Vacuna pediátrica podría proteger la COVID-19
La inmunidad cruzada de la vacuna pediátrica del tétanos, difteria y tosferina podría proteger frente al COVID-19
Así se desprende de una investigación realizada por Pedro A. Reche, del departamento de Inmunología de Facultad de Medicina de la Complutense.
El COVID-19 afecta gravemente a los ancianos mientras que los niños están en gran medida protegidos. En este estudio se ha evaluado la posible inmunidad cruzada inducida por las vacunas pediátricas frente a SARS-CoV-2, concluyendo que la vacuna para la difteria, tétanos y tosferina (DTP) puede ser la responsable de dicha protección.
- El artículo se ha publicado en Frontiers in Immunology
Madrid, 29 de octubre de 2020.-
La pandemia de COVID-19 sorprende por la baja incidencia de casos graves en niños y jóvenes y por la gran diferencia con la que se ha desarrollado en distintos países.
En un trabajo realizado por un investigador de la Universidad Complutense se ha identificado computacionalmente la existencia de una extensa inmunidad cruzada entre el virus SARS-CoV-2 y antígenos presentes en la vacuna triple bacteriana DTP (Difteria, Tétanos y Tos ferina). Esta inmunidad cruzada permitiría activar respuestas protectoras frente SARS-CoV-2 mediadas por linfocitos T CD8 y CD4 y por linfocitos B, en individuos vacunados.
La DTP se aplica mundialmente durante el primer año de vida (3 a 4 dosis) con un refuerzo a los 4-6 años y una dosis de baja carga antigénica a los 9-14 años pudiendo inducir una fuerte memoria inmunitaria con reactividad cruzada frente al virus. Dicha inmunidad seguramente decae con el tiempo correlacionándose con la severidad con la que se muestra el COVID-19 conforme aumenta la edad de los pacientes, alcanzando su máximo en la población geriátrica.
Por ello, sería recomendable considerar el uso de esta vacuna o alguno de sus derivados de menor carga antigénica en la población general y así potenciar la respuesta inmunitaria frente a SARS-CoV-2. A pesar de que la DTP se administra globalmente existen diferentes versiones (celular vs acelular). El estudio muestra una mayor incidencia de la severidad del COVID-19 en los países, incluyendo el nuestro, donde se administra la DTP acelular.
Posible inmunidad reactiva al SARS-CoV-2 de patógenos humanos comunes y vacunas
El SARS-CoV-2 recientemente surgido, que provoca la actual pandemia COVID-19, es particularmente virulenta en los ancianos, mientras que los niños se salvan en gran medida. Aquí, exploramos el papel potencial de la inmunidad interactiva adquirida de las vacunas pediátricas y la exposición a patógenos humanos comunes en la protección y patología de COVID-19. Para ello, buscamos coincidencias de péptidos con SARS-CoV-2 (identidad ≥ 80%, en al menos ocho residuos) en los proteomas de 25 patógenos humanos y en antígenos vacunales, y posteriormente predijimos su reactividad de células T y B para identificar posibles epítopos reactivos cruzados.
Encontramos que los virus sujetos a vacunas pediátricas no contienen epítopos reactivos cruzados con SARS-CoV-2, excluyendo que pueden proporcionar cualquier protección general contra COVID-19. Del mismo modo, los virus comunes, como el rinovirus, el virus respiratorio sincitial, el virus de la gripe y varios herpesvirus, también son fuentes pobres o nulas de inmunidad reactiva cruzada al SARS-CoV-2, descartando que la memoria inmunológica contra estos virus pueda tener cualquier función patológica o protectora general en COVID-19.
Por el contrario, encontramos que las vacunas combinadas para el tratamiento de la difteria, el tétanos y las enfermedades infecciosas de la tos ferina (vacuna DTP) son fuentes significativas de inmunidad potencial de reinvición a SARS-CoV-19.
Los epítopos reactivos DTP con SARS-CoV-2 incluyen numerosos epítopos de células T CD8 y CD4 con amplia cobertura de protección de la población y epítopos de células B potencialmente neutralizantes en la proteína SARS-CoV-2 Spike.
En todo el mundo, los niños reciben varias vacunas DTP, incluyendo tres-cuatro dosis el primer año de vida y una a los 4-6 años de edad. Además, también se administra una dosis baja de Tdap antigénica a las edades de 9 a 14 años. De este modo, los niños pueden estar protegidos del SARS-CoV-2 a través de la inmunidad interactiva provocada por las vacunas DTP, lo que apoya las pruebas en la población general para prevenir el COVID-19.
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