Por Andrea Rivero 17 de agosto de 2023
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), han desarrollado una nueva técnica de imagen médica, denominada inmuno-PET, para visualizar con mayor precisión los tumores y monitorizar la eficacia de los tratamientos. Se trata de un importante avance, ya que el cáncer crece en el ámbito de los genes y las proteínas, un mundo inescrutable a simple vista, pero accesible con técnicas de imagen que, como esta, cada vez son más exactas y permiten observar a escala molecular y en tiempo real lo que ocurre desde que aparece la enfermedad.
“Es una innovadora técnica capaz de revolucionar el diagnóstico de enfermedades, las decisiones terapéuticas y los resultados en pacientes”, destaca Francisca Mulero, jefa de la Unidad de Imagen Molecular del CNIO. Tal y como se expone en el estudio, publicado en la revista científica Frontiers in Medicine, esta técnica ya ha demostrado su potencial para el diagnóstico temprano y el tratamiento de tumores de pulmón, hematológicos y de mama.
La inmuno-PET se basa en el escáner PET (Tomografía por Emisión de Positrones), que inocula en el organismo una pequeña cantidad de sustancia radiactiva, o radiofármaco. El radiofármaco más comúnmente utilizado contiene glucosa, que es el alimento de las células; cuando se acumula, allí donde las células están consumiendo más energía, emite radiación detectable (la imagen se ilumina). Visualizar las zonas con un metabolismo más activo puede ayudar a identificar células cancerosas, que consumen glucosa más rápido que las sanas.
Anticuerpos para conseguir mayor precisión
La nueva técnica logra más precisión que la PET convencional, porque el radiofármaco es mucho más específico a la hora de señalar lo que interesa desde el punto de vista médico. Esto se logra añadiendo a la sustancia radiactiva anticuerpos diseñados según lo que se desea detectar.
Los anticuerpos son las proteínas que permiten al organismo reconocer enemigos específicos. En la naturaleza, cuando nos ataca un agente extraño, el sistema inmunitario fabrica anticuerpos específicamente diseñados para hacerle frente: su forma tridimensional es tal, que encaja de manera precisa con otras proteínas que solo tiene el enemigo invasor, como una llave en una cerradura. Además, en las últimas décadas la ciencia ha aprendido a fabricar en el laboratorio anticuerpos a medida, es decir, con la forma necesaria para reconocer moléculas de interés.
Inmuno-PET en acción
En la inmuno-PET los anticuerpos guían el radiofármaco hasta los procesos o tejidos que es necesario estudiar. Esto permite observar en tiempo real y en organismos vivos los cambios moleculares relacionados con el inicio de enfermedades, o etapas muy tempranas; su progresión y su respuesta a los medicamentos.
Por otro lado, los investigadores emplearon nanobodies, anticuerpos de camélidos (camellos, llamas y alpacas) y los tiburones, con un tamaño diez veces menor que los anticuerpos humanos y comprobaron que estos llegan a su objetivo con más facilidad. Además, su menor tamaño permite al cuerpo eliminar más rápidamente el radiofármaco.
Aun así, Mulero subraya que “hace falta más investigación y más colaboración entre científicos, profesionales clínicos y representantes de la industria para desarrollar todo el potencial de la técnica”.
CNIO, visualizar con mayor precisión el cáncer
“IA y ‘big data’ ayudan a identificar los genes causantes del cáncer”