Lucha contra la despoblación, apadrina un olivo abandonado
Difusión NUVE
Hoy te escribimos para compartir un tema que nos afecta directamente y que influye en cómo se desarrolla el proyecto y en el impacto que podemos alcanzar.
Se trata del tema de la vivienda en los pueblos y en concreto en la provincia de Teruel, como es nuestro caso.
El INE, Instituto Nacional de Estadística, sitúa en 134.259 los habitantes de la provincia de Teruel a 1 de enero del 2021, con un decrecimiento de 8.903 personas lo que supone un 6% respecto al anterior censo del año 2011. La población está menguando y esto es una realidad en casi todos los municipios de la provincia. Por suerte, en Oliete en los últimos años nos hemos mantenido y ahora somos 341 habitantes.
Y te preguntarás, ¿cuáles son los motivos de este decrecimiento y esta huida hacia delante? Una de las razones es el complicado acceso a la vivienda, de calidad en los pueblos de Teruel, ya que muchas de las casas no están rehabilitadas y los dueños apenas vienen, con lo que eso supone para el deterioro del caso urbano y del pueblo en general.
Por esto, desde Apadrinaunolivo.org ponemos sobre la mesa el reto de la vivienda y cómo entre todos los actores, podemos abordarlo ya que es clave para el desarrollo de la zona y de las personas. Está en nuestros principios y en nuestra esencia, ser actores del cambio, de la movilización por algo justo y necesario como es una vivienda digna, para los que elijan, por ejemplo quedarse en Oliete.
El próximo 14 de octubre, en el Centro de Innovación Territorial de Teruel, se ha convocado un taller participativo para abordar este reto de la vivienda en nuestro territorio.
Sí algo hemos aprendido en este tiempo, es que las herramientas, la innovación y la posibilidad de teletrabajar, son la clave.
El derecho a una vivienda digna, es un derecho humano fundamental y desde Apadrinaunolivo.org recalcamos que también en los pueblos, es un reto, así que no nos olvidemos.
Porque apoyar este proyecto, a través del apadrinamiento de un árbol, es también apoyar la vida un poquito más digna.
Un proyecto medio ambiental,
social de desarrollo rural sostenible
APADRINA VIVE
¿El teletrabajo nos puede ayudar a repoblar?
¿Te vuelves al pueblo?
Este bien podría ser el eslogan de una campaña institucional del Gobierno . De momento, lo tomamos como punto de partida para reflexionar en este artículo sobre las posibles consecuencias que podría tener el teletrabajo en nuestro estilo de vida tras la vuelta a la nueva normalidad.
Las grandes ciudades como generadoras de empleo
El modelo productivo implantado en España desde los años 70, hizo que grandes ciudades como Madrid, Barcelona y otras grandes capitales, se convirtieran en sedes de gran parte del tejido empresarial, instituciones, administraciones, etc., siendo epicentros generadores de empleo.
Durante décadas, las ciudades se han ido nutriendo de mano de obra de las áreas rurales para desarrollarse, simplemente, porque las oportunidades de empleo estaban allí. Emigrar del campo a la ciudad era algo normal, habitual e incluso bien valorado, como un signo de progreso y de mejora.
A la vez el campo ha sufrido una gran mecanización y una minusvaloración de sus recursos naturales endógenos y de sus oportunidades, también sufre desde hace décadas de depresión y derrotismo por el maltrato recibido, en detrimento de las áreas urbanas. En Oliete, nos cuentan nuestros mayores, que en la década de los 70 cada semana se iban del pueblo a la ciudad una o dos familias. Los pocos que quedaron, se marcharon en la segunda oleada migratoria del campo a la ciudad en los años 90, que acabó con vaciar por completo los pueblos.
¿Puede el teletrabajo fomentar la vuelta a los pueblos?
Esta pandemia puede hacer que cambie el modelo de trabajo. Nos creíamos que estábamos en la era digital y resulta que el coronavirus sí que nos ha puesto de pleno en la auténtica revolución digital.
Sin duda, los poderes públicos deberían aprovechar esta revolución digital para transformar el modelo productivo y promover deslocalizar de las grandes ciudades trabajadores de empresas, instituciones, organismos, etc., incentivando que se trasladen a lugares más saludables y amables, que permitan mayor calidad de vida para las personas y que acaben con la contaminación de las grandes ciudades.
Es una oportunidad de oro, pero bajo nuestro punto de vista, debe existir un impulso por parte de la administración pública. Debemos avanzar hacia la transición ecológica en esta nueva normalidad y, por otra parte, se debe hacer un esfuerzo en dotar de infraestructura de fibra óptica a todo el territorio donde exista un posible demandante de conectividad, ya sea empresa, iniciativa emprendedora, o persona.
La España vaciada salió a la calle en marzo del año pasado está viva y en pie de guerra, dijo basta y quiere un futuro. Confiamos en que la administración por fin se mueva y pase a la acción. De momento tenemos nueva secretaria general para el Reto Demográfico, pero no queda mucho tiempo y, si no hacemos nada, en 10 años la mitad de los pueblos que tiene España serán pueblos terminales.
Los pueblos a su vez deben de ofrecer su mejor cara, facilitando a los nuevos pobladores acceso a la vivienda a precios razonables y ejerciendo de anfitriones de los nuevos vecinos. En definitiva, los habitantes del medio rural deben querer que su pueblo siga vivo y convertirse en polos de atracción de población con talento, con ideas, con trabajo, con proyectos y poner en valor todos sus puntos fuertes, que son muchos.
“Quien tiene un pueblo tiene un tesoro”
Quizás tras tantos días encerrados en un piso, nos replanteemos el lugar que hemos elegido y surjan deseos de vivir de forma diferente. Deseos de buscar un sitio sin estrés, sin ruido, sin atascos diarios, ni problemas para aparcar. Deseo de respirar un aire puro sin contaminación. Ganas de ver las estrellas, los árboles y la naturaleza, en lugar del muro de cemento del piso de enfrente.
Deseo de tener animales domésticos y tu propio huerto para comer saludable, de dar un paseo por el monte sin peligro y de tener la tranquilidad de educar a tus hijos en un ambiente más sano.
Todos esos deseos, hoy pueden hacerse realidad gracias al teletrabajo sin tener que renunciar a trabajar en una multinacional, empresa o administración pública. Y aquí puede estar el factor que haga que la gente vuelva a su pueblo o busque un pueblo.
¿Qué debe tener un pueblo para adaptarse al teletrabajo?
- Primero de todo, una buena conectividad, preferiblemente fibra óptica con gran ancho de banda tanto de subida como de bajada.
- Disponer de servicios básicos que te faciliten la vida, tales como comercios, bares, médico, farmacia, escuela… En definitiva, un mínimo de servicios y cierta vida social, cultural y deportiva.
- Oferta de vivienda a un precio asequible.
- Estar a una hora, aproximadamente, de un gran núcleo de población para satisfacer otro tipo de necesidades.
- Buenas infraestructuras de comunicación por carretera.
- Por último, que la gente del pueblo quiera atraer a nuevos pobladores, eso es básico para que todo el engranaje funcione.
Creemos que es más fácil que primero vengan los que se fueron, o sus hijos o nietos. Aquellos que todavía tienen un cierto vínculo con el pueblo y, quizás, incluso vivienda. Pero no debemos renunciar a albergar aquellos que no tienen pueblo y buscan pueblo.
¿POR QUÉ EL TELETRABAJO AHORA?
Según María Fernanda Jaramillo, después de la pandemia del coronavirus, entramos en una nueva época, la de «el Virtuceno», el cambio hacia una era sostenible.
En la época industrial, que se inicia con la revolución industrial en el siglo XIX, el presencialismo era indispensable para ejecutar el proceso productivo. Sin la presencia física, el trabajo no era posible.
A finales del S. XX y ya en el S. XXI, con la tecnología y la digitalización, hemos cambiado por completo nuestra forma de trabajar. Hoy, sin un ordenador y una conexión a internet, es impensable realizar la mayoría de los procesos productivos. Trabajamos por objetivos ligados a la productividad y, aquí, en muchos trabajos ya no es necesario el presencialismo físico, pudiendo ser sustituido por la presencia virtual.
Ventajas del teletrabajo:
- Deslocalización geolocalizada.
- Ahorro de tiempo y flexibilidad laboral y posibilidad de compatibilizar la vida personal y laboral.
- Aumento de la productividad (entre el 5 y el 25%).
- Ahorro económico para los proyectos y empresas.
- Elimina fronteras.
- Mejora la responsabilidad social corporativa de las empresas. Cumplimiento de ODS.
Coworking Rural
Espacios en el medio rural dotados de buena conectividad, de mobiliario funcional, cómodos y modernos para el alumbrar ideas y dar alas al emprendimiento. Espacios para que no te sientas solo, para que compartas tus ideas con otros emprendedores, conocimiento, establezcas un entorno de seguridad y confianza, sinergías, espacios donde se hace magia… Espacios para transformar ideas en proyectos y así aprovechar las oportunidades y recursos endógenos del medio rural. Sin duda un salvador de las áreas rurales y embrión del próximo desarrollo del Smart Village.
Así que ya sabéis, ¡animaros y veniros al pueblo! En Oliete pasamos de 2.500 habitantes en 1910 a 365 en la actualidad en 86 km2, así que tenemos sitio de sobra y hemos demostrado con www.apadrinaunolivo.org que, gracias a la TIC y las herramientas digitales, se puede poner en valor nuestros recursos. Nuestro modelo funciona gracias a la conectividad entre el medio rural y el medio urbano. ¿Te atreves?
Alberto Alfonso
Cofundador Apadrinaunolivo.org