Alberto García-Alix: arte, vida y fantasía
Por Ana Nuñez Agudo 20 Julio 2022
Tal vez podríamos interpretar las ‘Fantasías en el Prado’, de Alberto García-Alix, como un intento de atrapar, entre las obras de nuestro faro para el arte, nuestro precioso Museo del Prado, esa “cuarta dimensión de la gente” que Avedon buscaba en sus retratos.
Y es que, un recorrido por la muestra de García-Alix, que se puede visitar en el Real Jardín Botánico hasta el 28 de agosto, nos permite imaginar al fotógrafo escuchando a los personajes, y sus personalidades tras las pinturas y las esculturas, ansioso por descubrir sus anhelos, sus secretos, sus miserias, sus misterios…García-Alix descifra cada enigma y comparte al público sus conclusiones surrealistas, poéticas, impregnadas de un amor que conmueve profundamente.
Es una búsqueda de la verdad que arranca en su infancia, cuando visitaba un día si, y otro también, los pasillos, salas y galerías de una de las pinacotecas más importantes del mundo. Visitas que hizo, en los últimos tres años, acompañado por su cámara de medio formato, en un convulso y emocionado recorrido que le hipnotizaba, al tiempo que le dejaba exhausto, pues -como él mismo afirma- no se concedía descanso.
Se tomó la libertad de decidir qué cuadros, qué detalles, qué momentos. Y recogió los frutos de su ímprobo esfuerzo: consiguió dar, satisfecho, “respiración a los retratados y carne a las estatuas”. Una nueva vida para obras inmortales, ahora acicaladas por unos ojos nuevos, experimentados e intuitivos, capaces de apropiarse de tiempo, luz y pinceladas, como explica el propio García-Alix.
Una mirada sabia y libre, que se ha valido de una técnica laboriosa, la múltiple exposición sobre película analógica, para ofrecer unas imágenes en un blanco y negro abstracto, de contrastes, de enorme magnetismo. Imágenes que subyugan e invitan a visitar, de nuevo, el Prado y explorar los detalles infinitos que han llamado la atención del fotógrafo. Y a buscar, más allá de sus fantasías, las que nacen de nuestra imaginación.
García-Alix funde su magia con la de los grandes maestros del Prado en una exposición que no deja indiferente, que quita el aliento y nos hace recuperarlo para entender que la vida, sin fantasía, no es vida.
La exposición se enmarca en PhotoESPAÑA 2022, ha sido posible gracias al Premio Trayectoria que la Fundación ENAIRE concedió en este año a Alberto García-Alix. Es uno de los muchos galardones que reconocen la valía de este Premio Nacional de Fotografía (1999).