‘ROMA’, el ‘AMOR’ tiene premio
9 de marzo de 2019
Por Ana Núñez Agudo
León de Oro en Venecia, Goya a la Mejor Película Iberoamericana, dos Globos de Oro, tres Oscars en categorías importantes, y otros muchos reconocimientos. Pero el gran premio, el de verdad, es disfrutarla. Con motivo del Día de la Mujer, que se acaba de celebrar, hablamos sobre ‘ROMA’, una gran película con la que Alfonso Cuarón nos sacude el corazón: un conmovedor y bellísimo homenaje, basado en sus recuerdos infantiles, a las mujeres de su infancia, su coraje, su fuerza, su valor.
Ambientada en el año 1971, la película se centra en una familia de clase media-alta para retratar la sociedad de un México convulso y marcado por las desigualdades sociales. Y ahonda de paso en el corazón humano, universal y atemporal: en los sueños, el amor, la pérdida, la frustración, la culpa, la dignidad, la lealtad, y las ganas de seguir, pase lo que pase.
“No importa lo que te digan, siempre estamos solas”. Esta contundente declaración de Sofía a Cleo, señora y criada, une a ambos personajes de muy distantes clases sociales, costumbres e incluso lengua materna (castellano y mixteco). Vidas distintas, soledades compartidas que precisan coraje y solidaridad para salir adelante.
‘ROMA’ ha innovado en cuanto a la producción con la implicación de la plataforma multimedia NETFLIX, lo que a su vez conlleva un cambio de concepto en su distribución, al resultar más fácil su visionado en televisión, en el hogar, que en los pocos cines donde se ha exhibido.
Sin embargo, la película merece ser vista en una sala cinematográfica, por la enorme belleza de sus imágenes, su fotografía, su dirección artística, la sutileza de su banda sonora…’ROMA’ es toda una declaración de amor. Tanto es así que su título viene de la colonia en la que vivía Cuarón de niño, en México D.F., pero bien podría venir de la palabra ‘AMOR’ escrita al revés.
En ella está presente el amor al cine, a México, y sobre todo a las personas, y a la vida y sus vaivenes, los verdaderos protagonistas de esta historia: la felicidad que se esfuma de repente y vuelve con una forma diferente, y así será sucesivamente en el ciclo de la vida.
En ese ciclo, ‘ROMA’ empieza y termina con las olas, empieza y termina con el cielo, empieza y termina con el amor, y empieza y termina con la distancia entre sus protagonistas. Dibuja un círculo que lleva al espectador a un nuevo inicio en el que, como en El Gatopardo, “hace falta que todo cambie para que todo quede como está”. En ‘ROMA’ el coraje lo cambia todo y no cambia nada: las criadas siguen siendo criadas, las señoras siguen siendo señoras. Pero todo es diferente. Ellas, sus protagonistas, han sacado las heroínas que llevaban dentro para encarar lo que pueda suceder. El espectáculo debe continuar, la vida debe continuar. Eso sí, cada quien en su papel.