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Anna Martínez es estudiante del grado en Ingeniería en Vehículos Aeroespaciales en la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la UPC. Actualmente está acabando su Trabajo de Fin de Grado, dirigido por el profesor Miquel Sureda, enmarcado en un proyecto internacional del Institute of Artificial Gravity (IAG) que investiga la tecnología adecuada para mantener en condiciones de gravedad a los astronautas en el interior de las naves espaciales.

11/06/2020

La ausencia de gravedad ocasiona a los astronautas un número muy elevado de problemas de salud, tales como patologías cardiovasculares, digestivas, inmunológicas, de distorsión facial, entre otras. Por este motivo, en misiones de larga duración, como sería un viaje a Marte, es importante que los astronautas puedan trabajar y viajar en condiciones de gravedad simulada. Si tuvieran que cumplir la misión en gravedad 0, las consecuencias para su salud serían significativas.

Es por ello que diferentes instituciones científicas y tecnológicas de todo el mundo trabajan en conseguir la tecnología capaz de generar las condiciones de gravedad terrestre dentro de una nave espacial. Una de estas instituciones es el Institute of Artificial Gravity (IAG), con sede en Nueva York, con quien colabora la estudiante de la ESEIAAT de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC), Anna Martínez, que cursa el grado en Ingeniería en Vehículos Aeroespaciales.

En su Trabajo de Fin de Grado, dirigido por el investigador Miquel Sureda y emmarcado en la iniciativa global de la IAG, Anna Martínez estudia cómo influye la falta de gravedad sobre las personas a través de simulaciones matemáticas aplicando metodologías de la mecánica de fluidos. La estudiante trabaja junto con un equipo de científicos, médicos e ingenieros, como el cardiólogo Venkatamana Vijay, de los Estados Unidos, el doctor catalán en Físicas Xavier Vilasis, y el ingeniero Jim Van Laak, de la NASA.

Según explica Ana Martínez, “si queremos crear gravedad artificial de manera constante debemos ser capaces de generar una fuerza centrífuga y una aceleración centrípeta muy intensas. Para ello se necesitaría una máquina con un radio extraordinariamente grande que sería imposible implementar en las naves. La solución más factible, sobre la que actualmente trabajamos, es generar gravedad intermitente, de manera que los astronautas no estén sometidos durante toda la misión a la ausencia de gravedad y no sufran, después, problemas de salud“.

Anna Martínez nació en Vilassar de Mar hace 22 años y vive en Sant Fost de Capcentelles. El año que viene se graduará de Ingeniería en Vehículos Aeroespaciales por la UPC. Actualmente compagina su Trabajo de Fin de Grado con su trabajo en la sección de ingeniería en la aerolínea Volotea. Le apasiona la novela negra y el cine apocalíptico, y su sueño profesional es trabajar en la Agencia Espacial Europea (ESA) o en la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).