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08/06/2020
La explotación industrial de los océanos ha sido acompañada por la introducción incontrolada de fuentes de contaminación acústica que han invadido todo su espacio vital y agregado una amenaza devastadora invisible a los otros residuos de nuestras actividades. Si bien toda la cadena alimentaria, desde los invertebrados hasta las grandes ballenas, se ve afectada por el ruido y existe una necesidad urgente de evaluar la salud de los océanos, EAR to the WILD proporciona una solución tecnológica para escuchar la vida marina desde cualquier parte del mundo con un teléfono móvil. Inicialmente, la app sólo será accesible para la comunidad científica pero a partir de septiembre será de uso público.
El océano siempre ha estado lleno de ruidos provenientes de procesos físicos y naturales, como el sonido de las olas, la lluvia, los terremotos submarinos, pero también ruidos de procesos biológicos. De hecho, muchos organismos marinos usan el sonido como herramienta principal para explorar su entorno, navegar y buscar su alimento. Hace sólo un poco más de un siglo (con el advenimiento de la revolución industrial) que el ruido de origen antropogénico, es decir, proveniente de actividades humanas, ha sido introducido masivamente en el océano, amenazando su equilibrio natural. La bioacústica es una rama reciente de la ciencia que ha estado estudiando durante aproximadamente 40 años los sonidos emitidos por los animales salvajes en su papel de mantener las funciones biológicas, esenciales para el desarrollo y la supervivencia de las poblaciones. La bioacústica también se interesa por los efectos del ruido antropogénico en el equilibrio de los ecosistemas marinos. La contaminación acústica afecta a toda la red alimentaria del océano y el aumento de las actividades humanas responsables de sus efectos es tan alarmante como la falta de recursos para estudiarla y controlarla.
LIDO, la exporación sonoroa del oceano
La biodiversidad no conoce las fronteras humanas. El monitoreo efectivo de la biodiversidad y el intercambio de datos requieren la convergencia de métodos de investigación para ser implementados. Para compensar la falta de datos bioacústicos marinos y aumentar su accesibilidad para la industria y los reguladores, el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC) ha creado y desarrollado durante 15 años un programa internacional de investigación, LIDO (Listen to the Deep Ocean), que ha visto el despliegue de una red global de observatorios acústicos subacuáticos. LIDO tiene dos misiones: por un lado, la exploración sonora en tiempo real y automatizada de la biodiversidad marina, en particular la detección acústica y el monitoreo de especies de interés, y, por otro lado, la caracterización de las diferentes fuentes nocivas de ruido para reducir su impacto.
LIDO incluye en la actualidad estaciones de escucha fijas en todo el mundo capaces de monitorear el ruido del océano en tiempo real a escalas espaciales y temporales nunca antes alcanzadas. Estos observatorios acústicos están equipados con un paquete de software que analiza continuamente el flujo de datos acústicos y produce espectrogramas (visualización de los sonidos grabados en forma de diagramas 3D). Estos espectrogramas, que se muestran on line en tiempo real, permiten la visualización 24/7 de los paisajes sonoros grabados.
Este sistema ha contribuido en gran medida a modificar el enfoque de la bioacústica marina no sólo al permitir que la escucha de los océanos sea accesible para todos (dado que los seres humanos no podemos oir bajo el agua sin un equipamiento adecuado), sino también al proporcionar a los operadores offshore una herramienta robusta para controlar y mitigar los efectos del ruido antropogénico en los ecosistemas marinos.
El monitoreo de la biodiversidad es esencial para la conservación. Aunque las estaciones LIDO ya representan verdaderos centinelas que monitorean constantemente la contaminación acústica en áreas de riesgo y, por lo tanto, proporcionan datos objetivos para informar sobre cualquier posible incumplimiento de los umbrales de seguridad, el esfuerzo actual para monitorear la biodiversidad oceánica sigue siendo insuficiente para detectar posibles conflictos que afectan a la mayoría de las especies y hábitats.
El esfuerzo internacional del LAB para contribuir a resolver los problemas asociados al ruido de los océanos agrega ahora una nueva dimensión a nuestra percepción de los sonidos del océano: EAR to the WILDpermitirá a los seres humanos escuchar y procesar sonidos subacuáticos como si fuéramos delfines.
EAR to the WILD lleva LIDO a teléfonos inteligentes para extender su red a océanos remotos, al hacer que sus observatorios sean móviles, especialmente en las regiones polares, donde faltan datos de referencia sobre biodiversidad. El uso de la aplicación aumentará nuestro conocimiento sobre las necesidades de conservación y detectará de forma remota los cambios en sus hábitats. Un solo clic en la pantalla registrará automáticamente los sonidos subacuáticos que se analizarán en servidores en la nube (incluida la medición de los niveles de ruido, la identificación automática de especies y las fuentes de sonido artificial) y estarán disponibles en todo el mundo. Aunque el objetivo de EAR to the WILD es principalmente científico, una pista de audio comprimido proporcionada en la misma aplicación permitirá a los visitantes escuchar las transmisiones en vivo de la vida submarina desde la comodidad de su salón.
EAR to the WILD es una aplicación científica con una interfaz atractiva y fácil de usar que se prevé que sea utilizada por usuarios no bioacústicos a partir del mes de septiembre. La participación de usuarios no profesionales en la investigación científica y el monitoreo ambiental, llamada Ciencia Ciudadana (CS), se ha convertido en un enfoque común para recopilar datos sobre procesos terrestres, ecosistemas y biodiversidad. CS ha crecido en popularidad en la última década debido a la aparición de nuevas herramientas y tecnologías. En este sentido, EAR to the WILD cambiará radicalmente la forma en que se monitorea la biodiversidad marina al proporcionar una tecnología puntera a personas que interactuarán, colaborarán y compartirán datos en línea.
A bordo del Mauritius
El primer barco en embarcar a bordo EAR to the WILD será el velero suizo Mauritius, que partirá de Douarnenez, en Bretaña, hacia el Ártico el 9 de junio por un viaje de cinco años. Diseñada y dirigida por la Fondation Pacifique para medir el impacto humano en una de las regiones más sensibles del mundo en el contexto urgente del cambio climático, la expedición ártica 2020-2024 consiste en un recorrido de 5 años por el Océano Ártico a bordo del velero suizo de 30 metros Mauritius, una goleta de acero construida en 1963 en los Países Bajos. Además de EAR to the WILD, la expedición controlará continuamente las concentraciones de gases de efecto invernadero (metano y dióxido de carbono), las temperaturas y otros datos importantes tanto en la atmósfera polar como en la superficie del océano.
El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la UPC forma parte del Campus de Vilanova i la Geltrú. El LAB es reconocido internacionalmente como un laboratorio de investigación líder sobre los efectos de la contaminación acústica en los océanos. Su director, el profesor Michel André, Premio Rolex 2002, dirigió en marzo una expedición científica a la Antártida, donde se ensayó inicialmente EAR to the WILD. La Antártida es la última región aún protegida de actividades humanas, con la excepción de los cruceros, que representan la única industria autorizada en las aguas antárticas donde la contaminación acústica aún no está regulada
Informe sobre la economía azul de 2020: los sectores azules contribuyen a la recuperación y allanan el camino para el Pacto Verde Europeo
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Bruselas, 11 de junio de 2020
La Comisión Europea ha publicado hoy el «Informe sobre la economía azul de la UE de 2020», en el que presenta una visión general de los resultados de los sectores económicos de la Unión relacionados con los océanos y el medio costero. Con un volumen de negocios de 750 000 millones de euros en 2018, la economía azul de la UE goza de buena salud. En 2018, el sector de la economía azul empleaba a cinco millones de personas, lo que representa un aumento significativo del 11,6 % en comparación con el año anterior. Si bien la pandemia del coronavirus está afectando considerablemente a sectores como el turismo costero y marino, así como a la pesca y la acuicultura, la economía azul en su conjunto presenta un enorme potencial por lo que respecta a su contribución a una recuperación verde.
En palabras de Virginijus Sinkevičius, comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca: «Las energías marinas renovables, los alimentos procedentes del mar, el turismo costero y marítimo sostenible, la bioeconomía azul y muchas otras actividades que conforman la economía azul nos ayudarán a salir de esta crisis más fuertes, más sanos, más resilientes y más sostenibles. Estamos haciendo todo lo posible para mitigar el impacto del confinamiento, proteger los puestos de trabajo en la economía azul y el bienestar de nuestras comunidades costeras sin abandonar nuestras ambiciones medioambientales».
Mariya Gabriel, comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, responsable del Centro Común de Investigación (CCI), ha declarado: «Seguimos apoyando el crecimiento sostenible en los sectores marino y marítimo a través de la Estrategia de Crecimiento Azul de la Unión Europea. La investigación y la innovación son pilares fundamentales de esta respuesta europea. Velaremos por que la investigación, la innovación y la educación contribuyan a la transición hacia una economía azul europea. El informe que hoy se presenta forma parte de este apoyo científico. Ofrece información valiosa sobre los resultados económicos de las actividades marinas europeas y destaca los ámbitos de acción prioritaria».
Asociado normalmente a actividades tradicionales como la pesca o el transporte, el medio marino alberga un número cada vez mayor de sectores emergentes e innovadores, como las energías marinas renovables. La Unión Europea, líder mundial en tecnología de la energía oceánica, lleva camino de producir, de aquí a 2050, hasta el 35 % de su electricidad a partir de fuentes en alta mar.
Por primera vez, el informe aborda pormenorizadamente la dimensión medioambiental de la economía azul, contribuyendo con ello a la consecución de los objetivos en este ámbito. Con una reducción del 29 % de CO² por unidad de valor añadido bruto entre 2009 y 2017, el crecimiento de la pesca y la acuicultura está completamente disociado de la producción de gases de efecto invernadero. Además, el informe destaca la correlación entre la pesca sostenible y los resultados económicos positivos.
La ecologización también está en curso en otros sectores. En consonancia con el límite máximo de azufre para 2020 establecido por la Organización Marítima Internacional, el transporte marítimo se orienta cada vez más hacia fuentes de energía con menos emisiones de carbono. Por otra parte, gracias a la red de «puertos verdes» se consigue reducir la huella ecológica de estos importantes centros económicos que conectan los océanos y el continente.
El informe también examina el valor económico de varios servicios ecosistémicos que proporcionan los océanos, incluidos los hábitats para la vida marina, la captura de carbono y los procesos que influyen en el cambio climático y la biodiversidad.
Empleo azul
Con cinco millones de personas empleadas en 2018, el número de puestos de trabajo en la economía azul de la UE registró un aumento del 11,6 % con respecto al año anterior. El principal motor de este aumento ha sido el sector del turismo costero. Los puestos de trabajo en el sector de la energía eólica marina se han multiplicado por nueve en menos de diez años.
Estas cifras ilustran que la economía azul de la UE ha superado el devastador impacto de la crisis económica y financiera de 2008. Dado que la actual crisis del coronavirus repercute en todos los sectores económicos, incluida la economía azul, la Comisión Europea ha adoptado pronto medidas firmes para proteger la economía de la UE, incluidos los distintos sectores de la economía azul.
Contexto
La UE apoya la economía azul a través de varios instrumentos. El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas ha invertido más de 1 400 millones de euros en proyectos de energía eólica marina y ha prestado un apoyo sustancial a otros aspectos de la economía azul, entre otros, el desarrollo portuario y el transporte marítimo limpio.
A través de la plataforma BlueInvest de la Comisión Europea y del Fondo Europeo de Inversiones se han concedido subvenciones por valor de 22 millones de euros en 2019 y de 20 millones de euros en 2020 a nuevos empresarios de la economía azul. Además, se ha creado un nuevo Fondo BlueInvest en 2020. El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo financia también una serie de proyectos de la economía azul.
Más información
Informe sobre la economía azul
Panel de indicadores en línea de la economía azul
Comisión Europea — Asuntos marítimos — economía azul
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Un nuevo libro del CSIC nos descubre las diatomeas, algas esenciales para la Tierra y con potencial en la agricultura
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Viven cautivas en cápsulas microscópicas de cristal, miden una décima parte de un milímetro y surgieron hace 240 millones de años en los océanos del Triásico, al mismo tiempo que los primeros dinosaurios comenzaban a caminar sobre los continentes. Las diatomeas, algas unicelulares capaces de producir más oxígeno que todos los bosques amazónicos, centroafricanos e indonesios juntos, son ‘el otro pulmón’ de la Tierra. El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Pedro Cermeño descubre al lector la importancia de estos microorganismos en el funcionamiento de los ecosistemas del océano así como su potencial tecnológico en Las diatomeas y los bosques invisibles del océano, el último libro de la colección ¿Qué sabemos de? (CSIC-Catarata).
El autor comienza el texto retrocediendo en el tiempo para contar cómo alcanzaron la hegemonía de la producción primaria oceánica estas “joyas del mar”, un sobrenombre que reciben por el color dorado de sus células, resultado de la combinación de los pigmentos que albergan en su interior. Desde su origen, hace 240 millones de años, hasta que lograron convertirse en los productores primarios más importantes de los océanos, las diatomeas pasaron 200 millones de años en la retaguardia. Una de las claves de su éxito reside en haber desarrollado vacuolas de almacenamiento, “algo así como una despensa para momentos en los que los nutrientes escasean”, ilustra Cermeño. La posibilidad de acumular nutrientes en vacuolas les permitió proliferar en ambientes turbulentos como los que surgen en los océanos durante la segunda mitad del Cenozoico, desde hace 40 millones de años hasta la actualidad. “Una innovación tan simple como la adquisición de vacuolas fue determinante para que las diatomeas alcanzasen la supremacía de la producción primaria de los océanos”, comenta el investigador.
Las secuoyas del mar
En sus páginas, el libro da cuenta de las propiedades de estas microalgas. Al igual que en los continentes, en los océanos también hay bosques y desiertos, y las diatomeas forman una parte esencial de los primeros, donde sirven de alimento para larvas, moluscos, crustáceos y peces. “Si pudiésemos acumular sobre los continentes toda la biomasa que producen las diatomeas, en tan solo dos décadas tendríamos suficiente como para reemplazar todos los bosques tropicales del mundo”, afirma el investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC).
Otra de sus cualidades es que incrementan la eficiencia de la bomba biológica, un proceso mediante el cual los ecosistemas marinos absorben dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y lo transfieren hacia las capas más profundas del océano, lo cual contribuye a paliar el efecto invernadero y a enfriar el clima del planeta. Según Cermeño, “la mayor parte de los microorganismos que componen el fitoplancton no superan los 0,01 mm de diámetro, mientras que las diatomeas pueden llegar a sobrepasar los 0,5 mm”. Si volvemos al símil del bosque, estas algas unicelulares son el análogo oceánico de eucaliptos y secuoyas. Sus abultadas dimensiones y sus pesadas cápsulas de sílice hacen que se hundan rápidamente al morir. “De esta forma, aumentan sobremanera los efectos de la bomba biológica”.
También han sido componente crucial en la formación de petróleo marino. Del mismo modo que la madera de los árboles acaba transformándose en carbón mineral fósil, una fracción de la biomasa de fitoplancton, principalmente de diatomeas, se acumula en los sedimentos marinos que, con el tiempo, se transforma en el petróleo que impulsa a día de hoy buena parte de la economía.
Aplicaciones futuras en agricultura y combustibles
Además de su rol actual, Pedro Cermeño explica en el texto cómo las diatomeas podrían contribuir a la sostenibilidad de la agricultura en el futuro y a conseguir un consumo energético sin huella de carbono. Su cultivo sería útil para ayudar a la depuración de aguas residuales, ya que estas últimas constituyen un medio de cultivo muy similar al utilizado para el crecimiento de microalgas en el laboratorio. En concreto, las diatomeas son expertas en la utilización de nitrato, amonio, fosfato, hierro, silicio y metales pesados como el cadmio, el cromo o el cobre, a menudo abundantes en las aguas residuales. Además, sus vacuolas les permiten resistir a las posibles fluctuaciones en la composición nutricional de las aguas residuales. Las diatomeas liberan sustancias pegajosas que favorecen la formación de agregados que, unido a la alta densidad de las capsulas de sílice, facilitan la decantación y la recolección de su biomasa. Por último, producen excelentes pesticidas naturales que frenan la proliferación de plagas y aumentan su productividad. Con todos estos factores se abre un campo de estudio en expansión que “podría cambiar el paisaje en torno a nuestras ciudades si el cultivo de microalgas consigue ganar terreno y convertirse en un medio de aprovechar la fotosíntesis para depurar las aguas residuales”, afirma el autor.
La comunidad científica también ha visto en el uso de las microalgas una alternativa a los combustibles fósiles, ya que pueden cultivarse en terrenos marginales o en plataformas flotantes usando aguas residuales o aguas saladas. “Con un suministro adecuado de luz y nutrientes, las microalgas pueden producir más de 100 toneladas de biomasa por hectárea y año, hasta 30 veces más que un cultivo agrícola convencional. La biomasa generada se convertiría en biocombustible mediante la aplicación de procesos termoquímicos que imitan las condiciones geológicas bajo las que se forma el petróleo crudo en el interior de la Tierra”, señala el investigador.
Reducir los costes de producción de la biomasa e incrementar la eficiencia de conversión de biomasa a biocombustible son algunas de las claves para poder producir biocombustible en cantidades relevantes y a precios competitivos con los combustibles fósiles. Y, de nuevo, las diatomeas se colocan como favoritas: “Los excelentes rendimientos fotosintéticos y las altas eficiencias de conversión de biomasa a biocombustible las convierten en una de las materias primas bioenergéticas con mayor potencial”. Según Cermeño, “está en nuestras manos producir en minutos el petróleo que la Tierra tardó millones de años en generar”.
Las diatomeas y los bosques invisibles del océano es el número 111 de la colección de divulgación ¿Qué sabemos de? (CSIC-Catarata). El libro puede adquirirse tanto en librerías como en las páginas web de Editorial CSIC y Los Libros de la Catarata. Para solicitar entrevistas con el autor o más información, contactar con: g.prensa@csic.es (Teléfono 915681472).
Sobre el autor
Pedro Cermeño Aínsa es doctor en Biología y científico titular en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC. Ha sido coordinador de proyectos de investigación relacionados con la ecología y evolución de los organismos marinos. Su interés se centra en comprender las interacciones entre la biosfera marina, la atmósfera, la hidrosfera y la litosfera con el objetivo de desarrollar estrategias que contribuyan a restablecer el equilibrio natural de la Tierra.
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- El programa Platform Coops NOW se ha creado por el “Institute for the Cooperative Digital Economy” de NEW SCHOOL y la red Mondragon Team Academy de Mondragon Unibertsitatea.
- El programa de emprendimiento on line ha arrancado el 1 de Junio y ya se han inscrito más de 400 personas de 46 nacionalidades diferentes.
- El objetivo es impulsar la creación de puestos de trabajo dignos a nivel mundial como respuesta a la urgencia e inestabilidad económica que va a acarrear la crisis de la covid-19.
Arrasate, 15 de junio de 2020. «Es la hora del experimento; y Nueva York es el lugar, porque es el laboratorio más grande de ciencia social en el mundo y por fuerza propia atrae estudiantes y líderes en el ámbito de la educación» («This is the hour for the experiment; and New York is the place, because it is the greatest social science laboratory in the world and of its own force attracts scholars and leaders in educational work.») — fueron las palabras del manifiesto fundador de la Nueva Escuela de Investigación Social, en 1919 (en 2005, debido a la ampliación de su ámbito de actividad, el nombre fue sustituido por el de The New School).
El Instituto de Economía Digital Cooperativa de la universidad “The New School” de New York, junto a Mondragon Team Academy (la red de emprendimiento internacional de Mondragon Unibertsitatea-, y la Corporación MONDRAGON han suscrito una alianza formativa para impulsar la promoción del cooperativismo digital a escala mundial y promover el emprendimiento de cooperativas a través de plataformas digitales. La idea es la de generar este tipo de espacios de intercooperación para poder ofrecer opciones de empleo digno y combatir el desempleo a nivel mundial, especialmente en las zonas más afectadas por la pandemia. El acuerdo se ha fraguado en tiempo de confinamiento para dar una respuesta rápida a la crisis económica y social derivada de la covid-19.
Dado el interés suscitado por esta propuesta formativa a la que se han acercado en busca de información en torno a 1000 personas, se está valorando la posibilidad de poder ofrecer una segunda edición de esta formación en octubre, y que sea la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea quien se encargue de su gestión–en esta primera edición se ha gestionado desde Nueva York-. De momento más de 400 personas de 46 nacionalidades diferentes se han inscrito en este programa que arrancó el pasado 1 de junio y finaliza el 24 de julio.
Cooperativas de plataforma
Ambas entidades se han comprometido en un proyecto formativo internacional que consiste en la organización de un curso de emprendimiento online sobre cooperativas de plataforma, que arrancó el pasado 1 de junio y que se prolongará hasta el 24 de julio. El cooperativismo de plataforma supone una “actualización” del cooperativismo manteniendo los mismos valores.
El curso está dirigido a personas desempleadas y que buscan un trabajo, especialmente en el sector servicios, pero a todo tipo de emprendedores de la comunidad internacional. En cuanto a los temas a impartir, entre otros, se analizarán los valores y características de las cooperativas de trabajo asociado y concluirá con un plan de acción para el desarrollo de plataformas cooperativas.
Las personas que colideran el equipo del programa serán R. Trebor Scholz, fundador y director del Instituto de Economía Digital Cooperativa de “The New School” y Jose Mari Luzarraga, teamcoach de Mondragon Unibertsitatea y uno de los creadores de la red internacional de emprendimiento Mondragon Team Academy.
El cooperativismo de plataforma es un ecosistema en el que conviven una serie de plataformas e iniciativas que dan soporte a este modelo económico en la red. Las plataformas cooperativas facilitan la producción y distribución de productos, contenidos y servicios. Lo que diferencia a estas plataformas de cualquier otra plataforma similar (ebay, airbnb, itunes, facebook…) es que se rigen por los principios cooperativos de copropiedad y gobernanza democrática. Surge como movimiento para combatir el tsunami de plataformas de la economía colaborativa y de microtrabajos poco o mal remunerados que reduce los derechos laborales de las personas que trabajan en ellas.
Para más información sobre el curso: https://platform.coop/blog/cooperativas-de-plataforma-ya-un-curso-de-emprendimiento-online-para-crear-cooperativas-de-plataforma/ Contacto para inscripción: pcc@newschool.edu
Acerca de “The New School”.
Un nuevo tipo de universidad en la ciudad de Nueva York, una en la que académicos, artistas y diseñadores se unen para desafiar lo convencional y crear un cambio positivo, aprovechando al máximo su ubicación en una de las ciudades más vibrantes y diversas del mundo. The New School incluye además a Parsons School of Design, Eugene Lang College of Liberal Arts, College of Performing Arts, The New School for Social Research, las Escuelas de Participación Pública y Parsons Paris.
Desde su fundación en 1919, The New School ha rediseñado y redefinido los límites del pensamiento intelectual y creativo como un centro académico preeminente. Su enfoque riguroso y multidimensional de la educación disuelve los muros entre las disciplinas y ayuda a nutrir las mentes progresivas. Los estudiantes tienen la libertad académica de dar forma a sus caminos únicos e individuales para un mundo complejo y en rápido cambio.
Con una facultad de vanguardia y ex alumnos de renombre mundial, están comprometidos a desarrollar estudiantes que tengan un impacto en el mundo y resuelvan los problemas sociales más apremiantes de nuestro tiempo.
Acerca de MTA-Mondragon Team Academy: más de 10 años innovando.
La Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea, a través de Mondragon Team Academy, lleva más de 10 años desarrollando metodologías innovadoras en la educación emprendedora y se ha convertido en un referente importante, especialmente con el desarrollo del Grado Oficial Europeo en Liderazgo Emprendedor e Innovación (LEINN) que se imparte en los laboratorios de: Irún, Oñati, Bilbao, Madrid, Barcelona, Valencia, Querétaro, Puebla (México), y Shanghai (China). Cabe resaltar que el 35% de los egresados han creado o están creando una startup, cerca de 30 actualmente y el 50% desarrolla proyectos de intraemprendimiento e innovación en empresas existentes. Por lo tanto el perfil de egreso de la titulación está aportando de manera significativa en el ecosistema empresarial y social.
La dimensión internacional del proyecto es una de las claves principales, ya que la red de laboratorios de Mondragon Team Academy cuenta con diversos partners para el desarrollo de dichos laboratorios: TEAMLABS en Madrid y Barcelona, Florida Universitaria en Valencia, TZBZ para LEINN International, UMx para Querétaro, IBERO en Puebla. Actualmente hay nuevas iniciativas en marcha en Seoul (Korea), Seattle (USA); Bogotá (Colombia) y Nairobi (Kenia).
Acerca de Mondragon Unibertsitatea.
Mondragon Unibertsitatea es una universidad práctica, innovadora y comprometida, centrada en el desarrollo de las personas, orientada a las necesidades de la empresa y la sociedad, pensada para hacer frente a los desafíos del mundo real y donde el conocimiento y aplicación no tienen fronteras.
Es una universidad cooperativa que garantiza la accesibilidad social a través de la implicación de empresas e instituciones, la formación dual, el desarrollo de la transferencia de la investigación y la prestación de formación continua.
Está especializada en ingenierías, gestión empresarial, emprendimiento, educación, comunicación, cooperativismo y gastronomía.
En cuanto a la calidad de Mondragon Unibertsitatea rankings nacionales e internacionales avalan a la universidad. Según el ranking U-Multirank Mondragon Unibertsitatea se encuentra en el primer puesto a nivel estatal en el área de transferencia del conocimiento, y en segundo puesto en la dimensión de compromiso y contribución con el desarrollo regional, así mismo, ha obtenido la calificación de excelente en la captación de financiación externa.
Según el ranking CyD Mondragon Unibertsitatea se sitúa entre las 6 universidades de mayor rendimiento del Estado. Por último, según U-Ranking Mondragon Unibertsitatea destaca de forma notable en el ámbito de rendimiento docente, entre otros, obteniendo el 2º puesto.
Acerca de MONDRAGON Corporation.
Es un grupo empresarial de carácter cooperativo, que integra a un centenar de cooperativas que compiten en el mercado global con un modelo de empresa que pivota en torno al protagonismo de las personas y al compromiso con el progreso en común. El año pasado facturó más de 12.000 millones de euros, empleando a más de 80.000 personas
Una estudiante del Campus de la UPC en Terrassa participa en un proyecto internacional para generar gravedad artificial en las naves espaciales
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Anna Martínez es estudiante del grado en Ingeniería en Vehículos Aeroespaciales en la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la UPC. Actualmente está acabando su Trabajo de Fin de Grado, dirigido por el profesor Miquel Sureda, enmarcado en un proyecto internacional del Institute of Artificial Gravity (IAG) que investiga la tecnología adecuada para mantener en condiciones de gravedad a los astronautas en el interior de las naves espaciales.
11/06/2020
La ausencia de gravedad ocasiona a los astronautas un número muy elevado de problemas de salud, tales como patologías cardiovasculares, digestivas, inmunológicas, de distorsión facial, entre otras. Por este motivo, en misiones de larga duración, como sería un viaje a Marte, es importante que los astronautas puedan trabajar y viajar en condiciones de gravedad simulada. Si tuvieran que cumplir la misión en gravedad 0, las consecuencias para su salud serían significativas.
Es por ello que diferentes instituciones científicas y tecnológicas de todo el mundo trabajan en conseguir la tecnología capaz de generar las condiciones de gravedad terrestre dentro de una nave espacial. Una de estas instituciones es el Institute of Artificial Gravity (IAG), con sede en Nueva York, con quien colabora la estudiante de la ESEIAAT de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC), Anna Martínez, que cursa el grado en Ingeniería en Vehículos Aeroespaciales.
En su Trabajo de Fin de Grado, dirigido por el investigador Miquel Sureda y emmarcado en la iniciativa global de la IAG, Anna Martínez estudia cómo influye la falta de gravedad sobre las personas a través de simulaciones matemáticas aplicando metodologías de la mecánica de fluidos. La estudiante trabaja junto con un equipo de científicos, médicos e ingenieros, como el cardiólogo Venkatamana Vijay, de los Estados Unidos, el doctor catalán en Físicas Xavier Vilasis, y el ingeniero Jim Van Laak, de la NASA.
Anna Martínez nació en Vilassar de Mar hace 22 años y vive en Sant Fost de Capcentelles. El año que viene se graduará de Ingeniería en Vehículos Aeroespaciales por la UPC. Actualmente compagina su Trabajo de Fin de Grado con su trabajo en la sección de ingeniería en la aerolínea Volotea. Le apasiona la novela negra y el cine apocalíptico, y su sueño profesional es trabajar en la Agencia Espacial Europea (ESA) o en la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).
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La innovación no conoce fronteras. Cada vez más las universidades de todo el mundo buscan incentivar en sus estudiantes habilidades y conocimientos que los ayuden a innovar y, más aún, a trasladar esa innovación a los sectores que más lo necesitan. Es así como el ITESO desarrolló el Modelo de Innovación Abierta Link.
Pero esta metodología, que busca que equipos multidisciplinarios de estudiantes trabajen en soluciones de retos específicos planteados por y para las diferentes industrias, no se limita únicamente al campus universitario. En 2019 Link llegó a Uruguay, donde la Cámara de Industrias del Uruguay adquirió la metodología y se implementó en la Universidad Tecnológica del Uruguay (Utec) y en el Consejo de Educación Técnico-Profesional UTU (CETP-UTU).
Juan José Solórzano Zepeda, coordinador del modelo de innovación abierta del ITESO, comparte que la implementación de este en Uruguay se llama Células de Innovación. Cuatro retos, cuatro empresas, seis profesores y 20 estudiantes inauguraron la primera temporada de este proyecto. Desde el ITESO se hizo el acompañamiento para que alumnos, académicos y empresas lograran hacer suyo el modelo.
“Hay mucho entusiasmo, interés, apertura y disposición. Lo que lograron les dio mucha satisfacción a los alumnos, que adquirieron competencias como autodirigirse, investigar y plantear soluciones y posibilidades de mejora. También a las empresas, que pudieron conocer nuevas formas de trabajar y abordar sus problemas”, menciona el académico, quien también funge como coordinador de la Incubadora de Empresas Tecnológicas del Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología (Cegint) del ITESO.
Durante la clausura de la primera temporada de Células de Innovación, Álvaro Pena, director de Utec Innova, señaló que para esa casa de estudios es prioritario articularse con el sector productivo.
Añadió que este modelo promueve la colaboración directa y a nivel de pares entre empresas, estudiantes y docentes para generar soluciones que resulten innovadoras y disruptivas.
El académico reconoce que llevar un proceso de innovación abierta es “sumamente desafiante”, por lo que contar con el modelo Link del ITESO fue fundamental. De la metodología, comentó que es clara, “con objetivos y plazos que nos permiten evaluar y dar seguimiento al desarrollo por parte de los estudiantes y a la articulación con el sector productivo”.
Rumbo a la segunda temporada
Laura Rodríguez, estudiante de la Licenciatura en Tecnologías de la Información en Utec, comentó que la multidisciplinariedad del equipo permitió que se pudieran enriquecer las propuestas presentadas a las empresas, dado que cada perfil conoce y domina herramientas, y tiene conocimientos diferentes.
Leonardo Alzugaray, también alumno de la UTEC, consideró importante que más estudiantes participen en el programa de Células de Innovación “porque es una posibilidad de adquirir nuevos conocimientos e intercambiar información con otros estudiantes y departamentos para beneficio de la industria nacional”.
Lorena Pérez, representante de la empresa Inco LTDA, señaló que la mancuerna creada entre la industria y la academia es una gran oportunidad para desarrollar innovación, especialmente para las pequeñas y medianas empresas que pocas veces cuentan con estructuras propias desde las cuales puedan hacerlo.
Para Pablo Álvarez, representante de Top Van SA, participar en este programa de innovación abierta “da la oportunidad de ver cosas que te pasan todos los días de otra manera, con el intercambio de otros puntos de vista”.
“(El trabajo con estudiantes) nos brinda un punto de vista actual y desde fuera para no quedarnos desde la empresa. (Es importante) generar esa cultura de intercambio y de darle la posibilidad al estudiante de mostrarle que está para mucho más”, dijo.
La segunda temporada de Células de Innovación arrancó en la primera semana de mayo de 2020 con seis retos de innovación industrial y la participación de cinco empresas, cinco profesores facilitadores y 30 estudiantes de diversas carreras. Todos los procesos están adecuados a las medidas de distanciamiento social por la contingencia sanitaria, por lo que muchas dinámicas se llevarán a cabo en línea.
En Verano 2020, completamente en línea
Estudiantes de cualquier carrera del ITESO pueden participar de esta metodología, ya sea como su Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) o como materia complementaria con el nombre de “Innovación abierta en tecnología, diseño y dinámicas sociales”.
Solórzano destaca que desde hace tres semestres se ha impartido esta asignatura con este esquema y con resultados muy favorables. Este año se ofrece por primera vez en línea y en el ciclo escolar de Verano, con un esquema intensivo de cuatro sesiones por semana durante los dos meses del periodo.
Los retos de innovación en los que se trabajó durante el periodo de Primavera 2020 aplican también para el ciclo de verano, con la diferencia de que los equipos ahora deberán trabajar con base en escenarios distintos y buscar alternativas a las soluciones antes propuestas.
“Por ejemplo un reto es el manejo de desecho textil, que puede referirse a lo que sobra en las fábricas que producen tela o que generan artículos textiles, o a la ropa que desechamos nosotros. De entrada, son dos escenarios diferentes. (Durante el período de Primavera) el equipo trabajó la opción de las fábricas, ahora el reto puede ser el desecho que se genera por la ropa o artículos textiles en desuso y que van directo a la basura”, apunta el académico.