Somos Futuro
La Agenda 2030 y los Países de renta media
La Agenda 2030 tiene como objetivos erradicar la pobreza extrema y el hambre, combatir la desigualdad y el cambio climático, asegurar la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres y garantizar el acceso universal a servicios de salud y educación de calidad, entre otros. Se trata de una agenda universal que compromete a todos los países, cualquiera que sea su nivel de desarrollo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible están en línea con las prioridades de los llamados países de renta media, entre los que se encuentra la mayoría de los iberoamericanos. Por un lado, busca profundizar y ampliar las dimensiones del desarrollo –por ejemplo, ya no se trata solo de combatir el hambre, sino de mejorar la seguridad alimentaria y la productividad agrícola-; por otro, incorpora también aspectos que tienen naturaleza de bien público global, por lo que es fundamental una adecuada gestión de las interdependencias internacionales.
Iniciativas de toda la región que están haciendo avanzar los ODS:
El desafío está en no perder el impulso. Tras progresar a esta posición intermedia, los Estados pueden verse estancados: solo uno de cada diez países de renta media en 1960 habían alcanzado el estatus de renta alta en 2010, como muestran datos recogidos por estudios de SEGIB. Por eso, es necesario aumentar su peso en la agenda internacional y propiciar su evolución social, política y económica.
El reto es luchar contra las “trampas de renta media”, como la dificultad de integración en los mercados financieros internacionales. O como la pérdida o la disminución de la ayuda oficial al desarrollo, al regirse esta a menudo por criterios como el Producto Interior Bruto, que dejan fuera a buena parte de estos países.
La Agenda 2030 marca un camino en el que desarrollo, progreso y sostenibilidad no solo no son incompatibles, sino que aparecen interrelacionados. La implicación de todos los actores es primordial. La voluntad política es esencial para que cada país iberoamericano encuentre sus propias vías, consolide sus logros y convierta los Objetivos de Desarrollo Sostenible en victorias sociales.
«El divorcio entre política económica y política social no funciona ante la pobreza»
Rogelio Gómez, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (México)
¿Por qué nace esta coalición?
En México, sin ser un país pobre, la mayoría de la población vive en situación de pobreza, vulnerabilidad, bajos ingresos y carencias sociales. Esta coalición de la sociedad civil en todo el país surge para lograr mejores resultados frente a la pobreza y la desigualdad, incidiendo en la toma de decisiones. Nacimos en 2015 como una red de organizaciones que llevaban décadas trabajando de forma directa con distintos colectivos. Hacemos campañas basadas en informes y pedimos medidas concretas, siempre trabajando con organizaciones nacionales, locales e internacionales.
¿Qué funciona en la lucha contra la pobreza y qué no?
Se necesita una estrategia de Estado para que las autoridades y la sociedad puedan colaborar. Para establecer objetivos y que las políticas se basen en evidencias. Todo con enfoque de derechos, como marca la Constitución y los tratados internacionales. De esto hay poco en México. Frente a la pobreza, se habla mucho y se hace poco.
Hay que hacer dos grandes transformaciones: articular política económica y política social, y asumir el enfoque de derechos. Es urgente la subida del salario mínimo y priorizar el desarrollo infantil temprano. También mejorar la calidad de educación secundaria. Proponemos crear un padrón único de beneficiarios que permita asignar subsidios de forma objetiva y transparente. No funciona el divorcio entre política económica y social ni una política de financiamiento que excluye a los pequeños productores. SEGIB- Somos Futuro 1 SEGIB- Somos Futuro 1 SEGIB- Somos Futuro 1
En Iberoamérica ha habido logros frente a la pobreza y el hambre, pero también retrocesos. ¿Cuál es la razón?
Ha habido subidas y bajadas, pero la mayoría del país vive en situación de vulnerabilidad. La tragedia de nuestra gente es que puede trabajar mucho y aún así no ganar lo suficiente para adquirir lo más básico. Según datos oficiales, el 41% de los trabajadores no tienen un ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria. No hablamos de escasez de recursos. Si ves el PIB per cápita, México es una economía media, no refleja la gravedad de la situación. Pero, debido a factores estructurales, hay mucha riqueza concentrada: el 1% recibe lo mismo que el 60% más pobre.
¿Se logrará reducir la extrema pobreza en Iberoamérica?
Se debería conseguir. La extrema pobreza, no tener ni para comer, no debería ser una realidad en la región. Se requiere una voluntad política para romper inercias. La situación ha evolucionado positivamente en Uruguay, Brasil, Chile, incluso en Perú. En México estamos en un círculo vicioso de discrecionalidad, clientelismo político, ignorar la evidencia y negar la voz a los pobres. Con todo, hay buenas posibilidades de avance en los próximos años. Percibimos un ánimo de cambio, y en eso trabajamos. SEGIB- Somos Futuro 1 SEGIB- Somos Futuro 1 SEGIB- Somos Futuro 1
Iniciativas de toda la región que están haciendo avanzar los ODS:
La Agenda 2030 tiene como objetivos erradicar la pobreza extrema y el hambre, combatir la desigualdad y el cambio climático, asegurar la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres y garantizar el acceso universal a servicios de salud y educación de calidad, entre otros. Se trata de una agenda universal que compromete a todos los países, cualquiera que sea su nivel de desarrollo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible están en línea con las prioridades de los llamados países de renta media, entre los que se encuentra la mayoría de los iberoamericanos. Por un lado, busca profundizar y ampliar las dimensiones del desarrollo –por ejemplo, ya no se trata solo de combatir el hambre, sino de mejorar la seguridad alimentaria y la productividad agrícola-; por otro, incorpora también aspectos que tienen naturaleza de bien público global, por lo que es fundamental una adecuada gestión de las interdependencias internacionales.