Una primavera de festivales en Japón
Las maikos y geikos (geishas) de Kioto muestran al público sus artes en la danza, la música y el té durante el festival de Miyako Odori.
En el mes de mayo comienza uno de los espectáculos nocturnos más destacados del río Nagaragawa, con la pesca de trucha con cormoranes (aves).
La plantación del arroz es protagonista del Festival Otaue, en junio, en el que se recrean los antiguos procedimientos de siembra acompañados de danzas y música.
Con la llegada de la primavera, Japón acoge numerosos festivales que permiten revivir desde las antiguas prácticas de guerra de los samuráis a observar las tradicionales carrozas y vestimentas de la era Heian y Edo; incluso ver de cerca las artes de las maiko y geiko en la música, la danza y la ceremonia del té o conocer las costumbres populares de épocas pasadas en la pesca de truchas o en la plantación del arroz. Estas son algunas de las muestras más destacadas de los próximos meses:
Abril
Miyako Odori (1-24 de abril). Es el festival de la danza de los cerezos de Kioto, en el que son protagonistas las maikos y geikos de la ciudad. Se celebra en un teatro de la ciudad y es una ocasión única para disfrutar en directo de la ceremonia del té, de las danzas y músicas tradicionales y especialmente de la fascinante presencia de las geishas.
Hana Matsuri (8 de abril). Todo Japón celebra el conocido como Festival de las Flores (o Kanbutsue), que conmemora el nacimiento de Buda. En todos los templos se hacen pequeños altares decorados con flores y una pequeña figura de Buda Gautama.
Takayama Matsuri (14-15 de abril). El festival es considerado uno de los más bellos de Japón y está protagonizado por más de 1.000 personas que realizan un espectacular desfile, iluminado por la noche con más de 100 faroles de papel (tourou). La ciudad de Takayama, en la prefectura de Gifu, retrocede hasta el siglo XV para mostrar a visitantes y residentes el esplendor de las antiguas carrozas yatai y sus artesanales marionetas, los trajes de la época y las danzas y músicas más tradicionales.
Festival de Kamakura (14 y 21 de abril). Se celebra en el santuario Tsurugaoka Hachimangu, símbolo de la ciudad de Kamakura y de la sociedad samurái del periodo medieval. Entre sus principales reclamos se encuentra la danza ritual shizuka no mai, que reproduce el baile de la Princesa Shizuka, heroína y trágica protagonista de la lucha entre dos generales de clan Minamoto por su amor. Otro momento destacado es el Yabusame, una muestra de las antiguas habilidades samuráis y de la práctica de tiro con arco a lomos de un caballo.
Mayo
Aoi Matsuri (15 de mayo). Conocido también como el Festival “de las malvarrosas” de Kioto, ofrece una magnífica reconstrucción histórica de la era Heian. Unas 500 personas caracterizadas de la época desfilan por las calles de la ciudad y recrean la procesión de los funcionarios cuando realizaban la entrega del mensaje y las ofrendas del Emperador en los santuarios de Shimogamo y Kamigamo. El personaje más destacado es el que representa a la Princesa Imperial, elegida entre las mujeres solteras de Kioto. Vestida en el estilo formal de la corte imperial, lleva un traje compuesto por 12 capas de kimono, que pesan 30 kg en total.
Sanja Matsuri de Tokio (18-20 de mayo). Es uno de los festivales más importantes de mikoshi (santuarios portátiles) y se celebra cada año en el barrio de Asakusa de Tokio. Miles de espectadores acuden para ver varias docenas de santuarios que desfilan acompañados de bailarines, músicos y personas vestidas como los artesanos tradicionales. Una vez en el santuario de Asakusa se baila la danza de Binzasara Mai, para orar por la cosecha abundante y la prosperidad de los descendientes, al son de la binzasara, instrumentos musicales hechos de tiras de bambú ensartados.
Durante el mes de mayo, Japón celebra también su puente de mayo que se conoce como la Golden Week, en la que tienen lugar diferentes festivos nacionales como el Día de la Constitución (3 de mayo); el Día Verde (4 de mayo) en el que se rinde culto al paisaje y a la naturaleza; y el Día de los Niños o Kodomo no hi (5 de mayo). Para conmemorar esta festividad todo el país se decora con una banderas en forma de carpa llamadas koinobori.
Hakata Dontaku (3-4 de mayo), se celebra también durante la Semana Dorada en Fukuoka y se caracteriza por el desfile de los habitantes del territorio disfrazados de dioses y por la cabalgata Hana Jidosha, protagonizada por vehículos decorados con figuras, luces y colores.
Además, desde el 11 de mayo y hasta el 15 de octubre tiene lugar en el río Nagaragawa el Ukai, el tradicional método de captura de pequeñas truchas japonesas con cormoranes. Maestros en el adiestramiento de estas aves acuáticas y ataviados con trajes tradicionales son protagonistas del espectáculo, que los visitantes pueden observar de cerca a la luz de las antorchas y a bordo de un pequeño bote.
Junio
Takigi Noh (1-2 de junio). El Santuario Heian Jingu, construido en el año 794 como una réplica parcial del Palacio Imperial, acoge la representación del antiguo teatro musical de Japón, conocido como Noh. El encuentro se realiza en la oscuridad de la noche, bajo la luz de las antorchas, en una atmósfera que evoca el esplendor de la antigua capital. Este tipo de representación está protagonizada por actores que llevan máscaras de madera y laca y llamativas vestimentas y se intercala con otro tipo de representación, el Kyogen, un drama cómico con gestos y movimientos más animados que el Noh.
Festival Otaue (14 de junio). Celebrado en el santuario Sumiyoshi Taisha, recrea los antiguos procedimientos de plantación de arroz o taue en japonés. Para ello los arrozales son labrados por bueyes para que después, mujeres ataviadas con trajes tradicionales realicen la siembra. Espectáculos de danza y música acompañan a los cultivos, ya que se cree que el baile mejora el crecimiento de los granos.
Sanno Matsuri (7-17 de junio). Más de 300 personas vestidas con trajes de la época Edo parten del Santuario de Hie-jinja y desfilan por las calles de Tokio durante este festival. Entre los trajes que se pueden observar, destaca el del duende Tengu, de cara roja y nariz larga, al que se le atribuyen poderes sobrenaturales. Durante la celebración se puede disfrutar también de otras tradiciones niponas como exhibiciones de ikebana, la ceremonia del té o el ritual de purificación, que consiste en atravesar un gran anillo de paja y purgar así, los pecados cometidos en los últimos seis meses.
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