Lo que los videojuegos pueden enseñar a la academia
Tecnológico de Monterrey. Artículo de divulgación científica
Seguramente has visto a un adolescente jugando un videojuego. Quizás jugar sea uno de tus hobbies. Es notable el grado de atención y concentración que el jugador experimenta al realizar esta actividad. ¿Qué hay en los videojuegos que los vuelve tan atractivos, desafiantes e incluso adictivos? Típicamente cuando un jugador no completa la misión, o falla en conseguir el objetivo del juego, replantea su estrategia para tener mayores posibilidades de éxito. Simplemente “algo” lo motiva a seguirlo intentando.
¿Qué hay en los videojuegos que los vuelve tan atractivos, desafiantes e incluso adictivos?
Tecnológico de Monterrey. Artículo de divulgación científica
Seguramente has visto a un adolescente jugando un videojuego. Quizás jugar sea uno de tus hobbies. Es notable el grado de atención y concentración que el jugador experimenta al realizar esta actividad. ¿Qué hay en los videojuegos que los vuelve tan atractivos, desafiantes e incluso adictivos? Típicamente cuando un jugador no completa la misión, o falla en conseguir el objetivo del juego, replantea su estrategia para tener mayores posibilidades de éxito. Simplemente “algo” lo motiva a seguirlo intentando.
Observar, analizar y entender qué es lo que hace de un videojuego una experiencia tan atractiva, efectiva y motivadora ha “ganado” terreno en foros internacionales sobre innovación educativa y en las discusiones académicas de los últimos años. En estos espacios de interacción surgen interesantes preguntas como: ¿qué es lo que hace de los videojuegos una experiencia tan atractiva para los jugadores?, ¿cómo influye la motivación por jugar en el aprendizaje?, ¿cuál es la relación entre la emoción de participar en un juego y su efecto en el aprendizaje?, ¿qué aspectos del juego pueden ser aprovechados para un diseño innovador de una clase, un curso o un currículo escolar?, y de manera más general, ¿qué es lo que los educadores debemos aprender de la industria del juego?
Diversos elementos presentes en la interfaz y en el diseño de un videojuego logran que el participante se apropie de información, procesos y otras características propias del ambiente de una forma sorprendentemente efectiva. Evaluar estos elementos del diseño, y el efecto que tienen en los jugadores, ofrece grandes posibilidades para los diseñadores de experiencias de aprendizaje y del currículo escolar. Con la intención de mostrar las características que prevalecen en estos ambientes y el valor que podrían representar para el sector educativo, mostraré una interfaz del diseño de uno de los videojuegos más populares en los últimos años: Super Smash Bros ®, de Nintendo ®.
La imagen anterior corresponde a una interfaz del videojuego en su edición para Nintendo 64, en la que el jugador debe realizar un conjunto de selecciones antes de iniciar el combate. En la imagen se han señalado, con números, las al menos cinco decisiones que el participante debe tomar para definir su ambiente de batalla:
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Cantidad de jugadores y tipo de combate (cooperación o competencia)
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Personaje que lo representa en la contienda (avatar)
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Tiempo para completar la pelea
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Nivel de dificultad de sus oponentes
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La cantidad de “vidas” u oportunidades que tendrá cada combatiente para completar la misión de vencer a sus oponentes
Cabe destacar en la imagen, la presencia de signos de interrogación que denotan personajes ocultos que deben ser descubiertos a medida que el jugador logra mayores destrezas durante el juego. Con el paso de los años, esta saga migró a diferentes consolas y en cada versión fue incorporando nuevos personajes, retos, funcionalidades, opciones de personalización, portabilidad y la posibilidad de combatir o colaborar con usuarios en otras partes del mundo, aprovechando la interconectividad.
Lo que los videojuegos pueden enseñar a la academia
Como he intentado mostrar en la descripción anterior, la industria del entretenimiento se ha valido de diferentes mecánicas en el diseño de los videojuegos; particularmente ha sacado provecho de elementos que parecen favorecer la experiencia en sus usuarios. En la siguiente tabla se presentan elementos de diseño de los videojuegos relacionados con el tipo de experiencia que aportan al jugador y la relación que guardan con el diseño didáctico o curricular.
Las preguntas anteriormente planteadas han sido foco de interés tanto por parte de la academia como por la neurociencia cognitiva. Una nueva perspectiva de la enseñanza, denominada neuroeducación, busca plantear las vías que permitan aplicar todo aquel conocimiento que se posee sobre los procesos cerebrales de la emoción, atención y curiosidad en beneficio del aprendizaje; y de qué manera estos procesos posibilitan la apropiación de conocimiento. Este campo de reciente auge y de gran potencial, puede ofrecer herramientas útiles tanto para la enseñanza como para facilitar el proceso de quien aprende.
Un diseño curricular que busque el desarrollo de competencias a través de la solución de retos reales, aprovechando el potencial de la tecnología educativa y que considere la personalización del aprendizaje, guarda estrecha relación con el diseño de una experiencia de videojuegos. Como consecuencia docentes, directivos, académicos y en general todos aquellos implicados en la arena educativa tienen la oportunidad de contribuir en una oferta formativa basada en la innovación educativa.
Eliud Quintero es Doctor en Innovación Educativa, actualmente funge como director de la Licenciatura en Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey. Se ha desempeñado como especialista en diseño y desarrollo curricular, tendencias educativas y como formador docente.
Este artículo fue publicado originalmente en Transferencia Tec.
Lo que los videojuegos pueden enseñar a la academia
Universidades listas para ofrecer carreras en desarrollo de videojuegos
La oferta educativa está cambiando para preparar profesionales que desarrollen videojuegos. Foto: Bigstock
La industria de los videojuegos ha cambiado mucho en las últimas décadas. Ha pasado de ser un producto de nicho cuya producción apenas necesitaba un grupo pequeño de personas a ser un sector enorme más grande incluso, que el negocio del cine y la música juntos.
Tan solo en Estados Unidos se facturaron 211 billones de dólares en ventas de videojuegos y la cantidad de puestos de diseñador de videojuegos, que es solo uno de los ahora cientos de trabajos que ofrece el sector, creció un 7 % en los últimos tres años.
La razón por la cual la disponibilidad de puestos en este sector está aumentando, es por la alta demanda de los videojuegos como producto. Cerca de 17 millones de personas entre 16 y 54 años, han jugado videojuegos en el último año. Con estas cifras ya hablamos de la producción de juegos para consumo masivo.
Un cambio así en el mercado tiene repercusiones en la oferta educativa general de nivel superior. ¿Qué están haciendo las universidades para preparar profesionales que se puedan integrar a la industria de los videojuegos?
Un sector en pleno crecimiento
De la misma forma que el consumo y producción de videojuegos ha ido creciendo a pasos agigantados, también el número de compañías que los hacen y la cantidad de personas que emplean aumenta; la oferta educativa ha cambiado acorde a este crecimiento.
Hace diez años solo se podían encontrar carreras que capacitaran en el diseño de videojuegos en universidades selectas, hoy en día hay suficiente universidades que ofrecen carreras y programas para la producción de videojuegos que existen no en una, sino en dos listas compiladas por sitios de renombre y especializados donde se mencionan las mejores universidades para estudiar carreras orientadas al diseño y desarrollo de videojuegos.
Ambos conteos superan las 70 universidades y esto es solo para las carreras que están enfocadas directamente al diseño y desarrollo de videojuegos. Pero la industria de los videojuegos necesita de otros tipos de profesionales para sustentarse, como por ejemplo los artistas, animadores y guionistas. Es por eso que son cada vez más las carreras y programas que están siendo incluidos en las universidades para ofrecer a los alumnos una formación más enfocada para desempeñarse dentro de esta industria.
Por otro lado, el nivel de educación en este rubro también ha subido significativamente, más de un tercio de los profesionales en desarrollo y diseño de videojuegos cuentan con una maestría o un doctorado.
Un juego de habilidades
Un diseñador de videojuegos realiza las funciones de una analista de datos, un graficador es capaz de mapear niveles y un programador escribe el código sobre el que se construirá el juego. Por lo mismo, es imperativo que el profesionista de este sector sea capaz de desempeñarse en diversos roles, coordinarlos para cumplir los objetivos y trabajar colaborativamente con los demás miembros del equipo.
En teoría, se trata de un trabajo con vigencia internacional, dado que el código trasciende las barreras lingüísticas, esta es una de las razones principales por las que el negocio de los videojuegos ha crecido exponencialmente.
Lo que los videojuegos pueden enseñar a la academia
La gran mayoría de los profesionales que trabajan en la industria de los videojuegos comenzaron como jugadores que posteriormente entraron al mercado laboral para producirlos. La transición de jugador a desarrollador es relativamente corta, es fácil aprender cuando se siente pasión por el trabajo y el campo profesional de los videojuegos tiene uno de los más altos niveles de amor por el trabajo por parte de quienes lo realizan. Este es otro de los motivos fundamentales por los cuales podemos hablar de un crecimiento explosivo en esta industria.
Gracias a esto, los videojuegos han podido explorar otros propósitos más allá de entretenimiento, como la enseñanza y el aprendizaje, por ejemplo. El enfoque didáctico del aprendizaje basado en juegos, en su edición 4.0, es uno de los nuevos usos de esta tecnología que representa nuevos retos para la industria.Lo que los videojuegos pueden enseñar a la academia
Esto marca la llegada de nuevos retos, siendo el principal el formar a los nuevos profesionales del desarrollo de videojuegos con competencias y habilidades tanto técnicas como humanísticas. Los videojuegos ya no tienen un solo propósito, tienen muchos, algunos de ellos con aplicaciones que aportan a necesidades concretas como la educación, la medicina, la reducción de estrés y más, están trazando una nueva senda al progreso en diversas áreas. Y la mejor parte es que este camino será divertido.