TEC, enseñar a ser feliz en tiempos de COVID-19
“Los alumnos necesitan competencias que les permitan disfrutar de una vida plena, afrontar su entorno desde su propia realidad a partir de múltiples actividades de reflexión, análisis y pensamiento positivo”.
- Las universidades deben ampliar su oferta de cursos más allá de lo disciplinar.
“A través de actividades de autoconocimiento e interacción con el resto del grupo, los alumnos desarrollan competencias de bienestar, autorregulación y pensamiento sistémico”.
La psicología positiva se define como el conjunto de estudios científicos de las experiencias positivas, los rasgos personales y las instituciones y programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos, lo que permite prevenir la presencia de malestares psicológicos o alteraciones emocionales a causa de factores internos o externos a las personas. Tanto la psicología positiva, como las ciencias de la felicidad, pretenden identificar las fortalezas y virtudes humanas, pudiendo así adoptar una perspectiva más abierta respecto al potencial humano, sus motivaciones y capacidades (Contreras & Esguerra, 2006).
Desde la perspectiva de la psicología positiva y de las ciencias de la felicidad, el mundo contemporáneo significa un reto para la mayoría de los seres humanos (Blasco, 2020). Los cambios tecnológicos, políticos, sociales, ambientales y de salud, han llevado a generaciones como los Millennials, la generación Z y la temprana generación Alpha, a enfrentarse al reto de aprender a vivir en un estado de constante cambio. Esta realidad implica tener que adaptarse ante un entorno histórico y social lleno de incertidumbre, y como consecuencia, la necesidad de desarrollar y adquirir habilidades emocionales que les permitan hacer frente a un estado fluido y en movimiento (Deloitte, 2017) (Aparicio, 2016).
El rol de las universidades ante el desarrollo emocional de sus estudiantes
Las universidades tienen que ampliar su oferta de cursos más allá de lo disciplinar. No basta con formar futuros profesionistas si no tienen las competencias que les permitan disfrutar de una vida plena. Los jóvenes llegan a las aulas buscando adquirir conocimientos teóricos y prácticos, así como también responder a preguntas relacionadas con su vida y los procesos de socialización que les implica incursionar en el mundo adulto.
“En palabras de mis estudiantes: el bienestar emocional es algo que pocas instituciones ponen atención, salvo que se vuelva un problema”.
En respuesta a esta situación, el Tecnológico de Monterrey (2019) ofrece un conjunto de unidades de formación denominadas de educación general, las cuales se enfocan en desarrollar competencias sociales y emocionales para complementar la formación universitaria desde un enfoque más integral. Claves de la Felicidad para el Florecimiento Humano es una asignatura sustentada en la reflexión y el análisis filosófico, que tiene por objetivo que los estudiantes descubran una visión más amplia de su vida, su entorno y sus emociones.
A través de actividades de autoconocimiento e interacción con el resto del grupo desarrollan competencias de bienestar, autorregulación y pensamiento sistémico, así como técnicas de relajación y de pensamiento positivo. Estos conocimientos brindan a los jóvenes, herramientas para poder hacer frente a los desafíos de su actual etapa de vida y en general, del mundo incierto.
Acciones ante las emociones negativas
En palabras de los estudiantes, “el bienestar emocional es algo que pocas instituciones ponen atención, salvo que se vuelva un problema”.
Algunos de ellos perciben esta materia Claves de la Felicidad para el Florecimiento Humano como la mejor selección que pudieron hacer en este momento concreto.
A continuación, les comparto un ‘botiquín’ de primeros auxilios emocionales que puede ayudarles a afrontar situaciones como la angustia del encierro, las dificultades económicas del hogar, o incluso, la pérdida de un ser querido. Con este botiquín podemos equilibrar el estado emocional cuando presentamos pensamientos negativos, que, aunque no son del todo malos, es necesario neutralizar para que no se vuelvan demasiado profundos.
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Identifica tus emociones. Desarrolla la capacidad de identificar cuando se despierta una emoción negativa, para poder afrontarla. Pregúntate, ¿cómo me siento el día de hoy?
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Construye una red de apoyo. Estructura una red de apoyo que pueda acompañarte en momentos difíciles.
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Busca un consejo. Identifica a alguna persona que pueda darte un buen consejo en situaciones de incertidumbre.
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Equilibra lo que sientes. Reconoce detonadores de emociones positivas (como la música, el arte, algún pasatiempo o lugar) que te ayuden a neutralizar sentimientos negativos.
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Pide ayuda. Ten a la mano información de atención psicológica u orientación emocional para aquellas situaciones que no podamos afrontar de manera personal, como sería la línea de ayuda que nos ofrece la institución.
Es importante recordar que para sentirnos bien es necesario saber identificar y reconocer las emociones que tenemos, así como los factores que detonan el bien o malestar en nuestras vidas. También debemos recordar que no estamos solos, y que siempre habrá alguien que puede apoyarnos en este proceso de equilibrio emocional.
Una materia flexible ante el COVID-19
La asignatura “Claves de la Felicidad para el Florecimiento Humano” es relativamente nueva y forma parte de la oferta del Modelo Tec21 que arrancó su implementación en agosto del 2019. Se ha perfilado como una materia en constante evolución que se adapta al entorno y se configura como una unidad de formación viva que, aunque respeta su esencia pedagógica, se mantiene actualizada sobre el perfil, realidad y necesidades de sus participantes.
La crisis sanitaria de COVID-19 nos hace voltear al desarrollo del autoconocimiento y la reflexión personal como elementos fundamentales de la formación de nuestros estudiantes. Paralelamente al desarrollo profesional, todas las personas debemos comprender el rol que desempeñamos ante la nueva realidad, y lo que va a significar en nuestras vidas el mundo pos-COVID. Por ello, es que este tipo de espacios académicos responde a esta necesidad de incluir el desarrollo de herramientas emocionales para afrontar el aislamiento y de forma colaborativa, trabajar en la sensibilización que debemos tener como individuos ante las nuevas formas de convivencia social.
La flexibilidad de los cursos no solo recae en la incursión de modelos de impartición y convivencia digital, sino también en la capacidad que se tiene para adaptarnos ante el mundo y la información incierta y cambiante que reciben nuestros estudiantes.
Como universidad, se debe promover el desarrollo de competencias de pensamiento analítico y crítico, que se configuren como herramientas útiles para que los estudiantes consigan afrontar su realidad y las decisiones que deban tomar al respecto.
Según un estudio realizado por el Instituto de Modelización de Enfermedades en los Estados Unidos, durante el transcurso de la pandemia, las búsquedas en Internet relacionadas con la ansiedad alcanzaron un pico alarmante el día 28 de marzo de este año, elevándose un 54 % arriba de todos los años anteriores. Cuestionamientos como “¿estoy teniendo un ataque de pánico?”, “signos de ansiedad” y “síntomas de un ataque de ansiedad”, son las combinaciones de búsquedas más recurrentes, dando muestra de una necesidad de salud pública difícil de negar durante esta crisis sanitaria. En general, el estudio plantea que 1 de cada 4 personas de entre 18 a 24 años, ha tenido sintomatología de ansiedad, estrés o incluso pensamientos suicidas durante el estado de aislamiento. De acuerdo con Benjamin Althouse, líder de esta investigación, esta es la cifra más alta que jamás se haya tenido, siendo una muestra de que las personas se sienten ansiosas, nerviosas, estresadas y por consecuencia, infelices (Rius, 2020).
Este artículo plantea un ejemplo de lo que se puede hacer en una unidad de formación, asimismo, nos permite apreciar la amplitud de posibilidades que tenemos para hacer de cada materia una oportunidad de reflexión sobre la vida de nuestros estudiantes que vaya más allá de su exclusiva formación disciplinar.
les ha dado la oportunidad de afrontar su entorno desde su propia realidad, a partir de múltiples actividades de reflexión, análisis y pensamiento positivo.
enseñar a ser feliz en tiempos de COVID-19
Acerca del autor
El Dr. José Carlos Vázquez Parra es Licenciado en Psicología, Maestro en Educación y Doctor en Estudios Humanísticos. Cuenta con más de cien publicaciones sobre temas de ética, racionalidad humana y estudios de género. Es Profesor-investigador de la Escuela de Humanidades y Educación.
Referencias
Aparicio, P. (2016). La inclusión de las nuevas generaciones en contextos de desigualdad e incertidumbre: Perspectivas educativas y laborales en América Latina y el Caribe. Revista Histedbr On-line, 16(70). doi:https://doi.org/10.20396/rho.v16i70.8649167
Ayers, J., Leas, E., Johnson, D., Poliak, A., Althouse, B., Dredze, M., & Nobles, A. (2020). Internet Searches for Acute Anxiety During the Early Stages of the COVID-19 Pandemic. JAMA Internal Medicine. doi:10.1001/jamainternmed.2020.3305
Blasco, L. (28 de mayo de 2020). Coronavirus. Entrevista con Laura Rojas-Marcos: “Estamos aprendiendo a gestionar la incertidumbre”. BBC News Mundo. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-52676383
Contreras, F. & Esguerra, G. (2006). Psicología positiva: una nueva perspectiva en psicología. Revista Diversitas. Vol. 2, No. 2.
Deloitte. (Mayo de 2017). Las 6 mayores preocupaciones de los Millennials. Encuesta Millennials 2017: buscando estabilidad y oportunidades en un mundo de incertidumbres. Deloitte. Obtenido de https://www2.deloitte.com/es/es/pages/human-capital/articles/6-mayores-preocupaciones-millennials.html
Rius, M. (12 de marzo de 2020). Consejos para lidiar con la incertidumbre personal y laboral que ocasiona la crisis del COVID-19. La Vanguardia. Obtenido de https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20200311/474087418640/coronavirus-gestionar-incertidumbre-miedo.html
Tecnológico de Monterrey. (20 de marzo de 2019). Educación general y soporte a la visión. Obtenido de Vicerrectoría Académica y de Innovación Educativa: http://sitios.itesm.mx/va/planes_de_estudio/2_7ES.htm
Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa