Xavier Melgarejo, “Ser maestro es un honor. Se trabaja con el tesoro de la nación”
POR UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD
<< Don Xavier Melgarejo, es psicólogo escolar catalán, licenciado por la Autónoma de Barcelona, es autor del libro “Gracias Finlandia”. Además forma parte del consejo escolar de Cataluña y es asesor del instituto iberoamericano de Finlandia. Ha participado en conferencias sobre el sistema educativo finlandés en congresos, seminarios y universidades de España >>
En este pequeño artículo pretendo explicar cómo empezó a construirse el éxito del SISTEMA EDUCATIVO FINLANDÉS, por si este ejemplo puede darnos ideas para superar las dificultades educativas que tenemos en España.
Como no dispongo de mucho espacio, no explicaré las dificultades de nuestro SISTEMA EDUCATIVO, que ya ustedes conocen. A pesar de todas las leyes y reformas educativas de los últimos 30 años, los problemas esenciales persisten. En mi opinión no todos los problemas son debidos a la falta de inversión, ni a los recortes en educación, aunque si creo, que es necesaria una mayor inversión.
Como casi todos los lectores saben, los alumnos finlandeses destacan en todas esas pruebas internacionales por sus niveles altos, su equidad en los resultados y la constancia de los mismos. Para que ustedes vean el valor de lo que los finlandeses dan a la educación, les remito una pequeña cita de la Sra. Taja Halonen, presidenta de Finlandia entre los años 2000 y 2012:
“Una sociedad que cree en la educación y en las personas, invierte en ella como prioridad y escoge a los mejores para que sean sus maestros. Una sociedad que cree en la educación es incompatible con la corrupción, y los políticos escogen siempre como asesores y los más honestos”
Hace más de 35 años, la sociedad finlandesa pasó casi 4 años debatiendo cómo querían que fuera un o una ciudadana de su país en el futuro. El debate ser produjo en todos los pueblos y ciudades, en todas las instituciones sociales, en las universidades, en los sindicatos, en las iglesias, no sólo en las instituciones educativas, y en los partidos políticos.
Resumiendo, las propuestas planteaban que querían un ciudadano activo, sano físicamente, que tuviera sentido ético elevado, capaz de comunicarse en el mayor número de lenguas posible, emprendedor para sí y para la comunidad que respetase los derechos humanos allá dónde estuviera, que fuera culto, con sensibilidad social artística y que fuera muy competente en los conocimientos educativos clásicos (lectura, matemáticas y ciencias), capaz de trabajar en grupo, reflexivo-activo, con gran sentido de la equidad e igualdad entre todos los ciudadanos y que fueran personas muy competentes en el dominio y utilización de la TIC. Los finlandeses querían ser líderes en la sociedad del conocimiento, pero sin dejar de lado su Estado de Bienestar, con su concepto esencial de igualdad, equidad y excelencia. Querían ser personas muy implícitas en su comunidad local y nacional. Querían formar a personas que valoraran a los niños y niñas como el TESORO DE SU NACIÓN, como el mayor bien del país, como si los niños y niñas fueran los BONOS DEL TESORO.
No hubo un líder de este proceso, no hubo alguien genial que lo propusiera. Se fue construyendo con la participación de toda la comunidad.
Cuando quedó claro este aspecto, se fue negociando entre todos estos grupos, cómo debía de construirse el SISTEMA EDUCATIVO para conseguir estas finalidades que hemos comentado, el papel de las escuelas, de las familias, de los municipios, del Estado Central, etc. Un elemento esencial fue la reforma del profesorado. Hace 20 años, el decano de la Facultad de Educación de Helsinki me dijo:
“El profesor, es el molde con el que construimos a los niños del mañana. Por eso, es cogemos a los mejores, a las personas con las cualidades que queremos que tengan en el futuro esos ciudadanos. Si el molde es bueno, las piezas que se moldean con ellos serán de mayor calidad, e iguales en lo esencial. No todos pueden servir para serlo, hay que ser muy competente en los conocimientos esenciales de lengua, matemáticas y ciencias, pero a la vez debe ser una persona con empatía, abierta, que quiera el bienestar de los niños y que tenga una gran voluntad de enseñar. Si no tiene esas cualidades no debe ser profesor y no debemos perder el tiempo ni el dinero en formarlos”
Finalmente, el parlamento recogió los elementos centrales, y con ellos construyó la LEY DE EDUCACIÓN y otras leyes que debían apoyarla para su implementación. Para que estas leyes se reformaran es necesario que dos terceras partes del Parlamento se pongan de acuerdo. No ha habido grandes cambios de leyes en este periodo, aunque si retoques importantes.
Don Xavier, escoger al mejor profesor no es siempre la opción preferida en España.
La clave no es que no escojamos al mejor, sino cómo atraer a los mejores a la formación docente porque la esencia del problema no es seleccionar. En España no se valora la educación socialmente a pesar de que luego las personas que se dedican a ella tengan un trabajo remunerado y para toda la vida…
Hay muchas familias que no se alegran cuando su hijo les dice:
“Oye, papá, quiero ser maestro”
Por eso sería deseable que las facultades de educación tuvieran una altísima calidad, pero eso requiere invertir en ellas, cosa que no se hace. Formar a un maestro en Finlandia vale el doble que aquí en España.
Se nota que en Finlandia la educación es una prioridad absoluta
Porque de ella depende el futuro de la nación. Allí tiene un prestigio social importante. En nuestro país la gente dice que valora el profesorado, pero el profesorado no tiene esa percepción. Porque de ella depende, el futuro de la nación.
¿Cómo se puede motivar a la sociedad para que se implique más?
Primero, que se de cuenta de que también depende de ellos. El sistema no son las líneas del Ministerio de Educación y cuatro señores que mandan en Madrid o en Galicia, sino que somos todos. La población, sabe que, algún día ese niño será ese médico que operará o el abogado que lo va a defender o simplemente será una persona que llevará el autobús y lo sabrá llevar con ética y con civismo. Entonces es superimportante la formación, porque de ella depende no sólo el futuro, sino el presente del país.
¿Y qué me dice de los que estudiaron Magisterio por hacer algo, sin vocación?
Eso es un error, yo creo que tienen que replantearse su dedicación. En nuestro país no funciona la orientación y entonces la gente está perdida y hace lo que puede. La gente que no quiera enseñar, que no crea en todo los niños del país que no quiera enseñar, que no crea en todos los niños del país, que se dedique a ser otra cosa. En el magisterio hay que huir de los que no tienen empatía. Pues lo más importante es la vida de los niños. En Finlandia buscan gente muy competente con una cierta sensibilidad humana y social. Necesitamos personas valientes que luchen, y si son competentes, mejor.
¿Qué es para usted ser maestro?
Es un honor, precisamente porque se trabaja con el Tesoro de la Nación. A mis compañeros de Galicia les diría que aunque se encuentren solos, estamos forjando la escuela, el país y el futuro. Y mire, aunque yo estoy en Barcelona, yo me paso la vida luchando también por los chicos de Galicia, a los que quiero con todo mi corazón. Y espero y deseo que algo de lo que pueda decir, les pueda servir de ayuda.
En Finlandia ha habido solo una ley de educación en los últimos 20 años, todo lo contrario que en España ¿Por qué somos así?
No lo sé. Creo que tenemos estructuras democráticas, la gente nos escucha. Participé en el parlamento en la última ley de educación, y había personas allí que me escucharon, de todos los partidos, a las que creo que les gustó lo que dije, pero no decidían ellos. Decidieron al final los jefes de los partidos que no estaban allí. El problema es que aquí va todo de arriba abajo y no de abajo arriba.
Y es probable que la ley vuelva a cambiar…
Y empezaremos otra vez el círculo. Hay que hacer la guerra para que nuestros niños sean, lo prioritario y sean los que algún día puedan luchar por el país, Pero no se invierte en educación, si no hay una ayuda económica y social a las familias y los niños, lo que les enviamos es un mensaje de que no nos importan.
Entrevista de María Almodovar Santiado
Entrevistado: Don Xavier Melgarejo