Las mujeres STEM que lograron emprender con la ciencia
Te contamos las historias de las mujeres que emprenden con ciencia. (Foto: iStock)
Susan Irais Periodista de ciencia. Ha escrito en El Universal, revista Algarabía, Ciencia UNAM y en medios internacionales como El Tiempo, Detroit Catholic y otros. Coautora del libro (2019): Presente, Pasado y Futuro de la Ciencia (vista por el periodismo). Miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.
De hecho, Ana Karen Ramírez, Margarita Esperón, Ana Gabriela Ferrer y Mariana Moreno son parte del 11.2% de mujeres en México que tiene un negocio, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México.
Las cuatro emprendedoras describen su camino con picos y mesetas. El sismo de 2017 y la actual pandemia fueron los más grandes retos a los que se enfrentaron.
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Las mujeres STEM que se lanzaron a emprender
Más niñas creando código
“Todos los emprendedores estamos obsesionados con resolver un problema, yo estoy obsesionada por cerrar la brecha de género en las STEM”, dice Ana Karen Ramírez, EXATEC, directora y fundadora de Epic Queen, una plataforma de educación y formación en tecnología para niñas y mujeres.
Ana Karen Ramírez estudió animación y arte digital, durante su época de universitaria comenzaron a ponerse de moda los hackatones, eventos de tecnología para acercar a los chicos a la ciencia y la tecnología.
“Yo recuerdo ir a estos eventos y ser la única mujer. En estos eventos me enamoré del tema de desarrollo web y de aplicaciones, así que cuando salí de la carrera en 2014 comencé a trabajar en una empresa que se dedicaba al desarrollo y creación de sitios web”, cuenta.
Karen renunció a ese empleo y comenzó a trabajar en conjunto con una startup, en una época donde no había muchas en México.
La nueva empresa donde trabajaba le permitió crear lazos con Google y otras incubadoras de empresas.
Así que con todas las redes que había hecho decidió comenzar algo que siempre había soñado, una Code Party, un evento donde las mujeres STEM pudieran intercambiar ideas, Google y otras iniciativas apoyaron la idea y comenzó.
Los eventos tuvieron tanto éxito que el modelo se replicó en otros estados, Karen hizo un manual, llegaron a tener cuarenta y cinco ciudades en México y en toda Latinoamérica.
“En esos momentos no ganaba dinero. Yo aparte seguía siendo diseñadora de desarrollo y hacía páginas web, poco a poco se convirtió en un trabajo de tiempo completo y decidí dedicarme 100% a las fiestas”, dice.
El robo de la marca
Muchos de los eventos STEM comenzaron a ser redituables cuando algunas marcas comenzaron a interesarse por involucrar la ciencia con las niñas. Se crearon alianzas y comenzó a existir un ingreso, cuenta la EXATEC.
“Había hecho todo esto con una socia y en el momento en el que hubo dinero en la organización, ella decidió registrar la marca Code Party como suya y me quedé sin nada”.
Se separaron y en 2017 nació Epic Queen, desde cero, en una oficina pequeña en la Roma, pero el sismo del 19 de septiembre acabó con todo porque −desafortunadamente− la oficina estaba en uno de edificios que colapsó por completo.
Pero la pandemia ayudó a viralizar los eventos vía digitales de Epic Queen, “enseñamos a las futuras astronautas, futuras científicas de una manera divertida y pasamos a tener más de 200,000 niñas y niños inscritos en nuestro evento online en abril”, dice.
Hasta el momento Ana Karen ha hecho eventos en conjunto con Siemens Energy y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Sigan esa pasión, eso que les obsesiona, háganlo parte de sus vidas, investiguen, vean qué les gusta y por qué”, aconseja a las emprendedoras STEM.
Prótesis médicas hechas por mujeres
Durante el sismo del 19 de septiembre de 2017 una barda cayó sobre una chica de 18 años y perdió la pierna. Sus padres gastaron más de 200,000 pesos para crear una prótesis, ayuda psicológica y rehabilitación.
“Como este caso hay cientos”, aseguran Ana Gabriela Ferrer González y Mariana Karina Moreno Magaña de KneeD U, un proyecto que se dedica a crear prótesis. “Nos dimos cuenta que el gobierno no subsidia esta necesidad”, explica Gabriela.
Las diseñadoras comenzaron a investigar más acerca del tema y lo propusieron como proyecto de titulación.
Ana y Karina se capacitaron en conjunto con el Centro de Rehabilitación Estatal, médicos especialistas como fisioterapeutas, psicólogos, ortopedistas. Ellos son especialistas en diseño y negocios.
“Nuestro diseño es transfemoral polisemia, para hacerla entendimos desde cero el problema para crear una prótesis estética y funcional, tuvimos que aprender mucho acerca de anatomía”.
Además, en el taller de la universidad desarrollaron investigación y el desarrollo de sus prótesis. Hasta la fecha, tienen tres prototipos.
Han participado en diversos concursos nacionales e internacionales como México Diseña en 2018. En incubadora como México Norte y Social Business Creation en Canadá. Y siguen en busca de inversiones económicas.
“Uno de los retos más grandes a los que nos hemos enfrentado es la falta de educación, piensan que el diseño industrial es solo para mobiliario, pero tiene un sinfín de aplicaciones, por ejemplo el médico”, explica Mariana.
Las diseñadoras han tenido que especializarse por su cuenta porque en México no existe ninguna maestría o posgrado.
Hasta el momento el proyecto continúa en desarrollo porque el área médica requiere de procesos legales. “Mi consejo es que las emprendedoras no olviden el corazón de su proyecto, el por qué empezaron”, dice Gabriela.
Por otra parte, les recomienda ser organizadas y realistas, fijarse metas pequeñas y calendarizarlas. “Los pequeños pasos son igual de importantes que ganar un financiamiento, que registrar la patente. Su proyecto es la suma de todos esos pequeños pasos”.
Emprendedora Heineken
Margarita Esperón recibió su primer millón de pesos a los 19 años, gracias a su empresa Ambient natural solution, un emprendimiento que nació desde las entrañas de su infancia y se consolido poco a poco, mientras estudiaba en el Tecnológico de Monterrey.
“Nosotros lo que hacemos es desarrollar fabricar y vender insumos sustentables para el campo como composta y nuestro gran plus es que lo hacemos a partir de los residuos de cada zona”, dice.
A la fecha, el proyecto ya tiene 12 años trabajando en planes de composta personalizado para cada agricultor. Esto, en conjunto con veinte investigadores del Cinvestav, Instituto Politécnico Nacional, Tecnológico de Monterrey, Universidad de Chapingo y otras.
El proyecto es originario de Chihuahua donde ya ha convertido en composta un millón de toneladas de los residuos de una papelera.Las mujeres STEM que lograron emprender con la ciencia
El modelo incrementa un 58% la producción del campo, reduce hasta un 40% el consumo de agua y disminuye el costo de los insumos en un 20%.
Recientemente Ambient fue ganador del primer lugar del HEINEKEN Green Challenge, un premio de medio millón de pesos.
Con este apoyo Margarita busca instalar biofábricas con base en las características de los suelos y los cultivos en diferentes zona. Las mujeres STEM que lograron emprender con la ciencia
“No es lo mismo un negocio tradición que un negocio tecnológico, necesitas paciencia para hacer investigación y desarrollo. Ser consciente de que tu producto no está en demanda y aprovechar eso para hacer tu propio lenguaje”, aconseja.
A Margarita le tocó una etapa del gobierno que buscaba apoyar la investigación, pero ahora el modelo ha cambiado, ya no existe ese apoyo, pero hay mucha colaboración. “Mi consejo es: adáptate a cómo está funcionando la tecnología”.
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