Greenpeace y la libertad de expresión están en peligro,
Ayúdanos en este momento crucial a seguir plantando cara a quienes quieren destruirnos.
Transferencia de energía: la democracia funciona con libertad de expresión, no con petróleo y gas.
A finales de marzo te compartimos una noticia demoledora: la empresa petrolera estadounidense Energy Transfer exige a Greenpeace la obscena cifra de 667 millones de dólares por participar en una protesta pacífica. Esto sienta un peligrosísimo precedente para la libertad de expresión y el derecho a la protesta pacífica en todo el mundo.
Su mensaje es claro: si te atreves a enfrentarte a la microindustria contaminante, pagarás las consecuencias. Y el nuestro, también: ¡no vamos a dar ni un paso atrás!

© Greenpeace / Pablo Blázquez