Instituto Claro y CuervoCANOA, una plataforma panhispánica para internacionalizar la cultura en español,
El Instituto Cervantes presenta con México, Colombia y Perú la red CANOA para internacionalizar la cultura en español.
– Abierta a nuevas incorporaciones de prestigio instituciones públicas y privadas, favorecerá la acción internacional conjunta y reforzará una presencia cultural potente.

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
El Instituto Cervantes presentó hoy en la CANOA, una plataforma panhispánica para internacionalizar la cultura en español, que se pone en marcha en la colaboración con las personas importantes hispanoamericanas: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Caro y Cuervo (Colombia) y el Centro Cultural Inca Garcilaso (Perú).
El Centro Cultural Inca Garcilaso
CANOA ha dado su primer paso en el Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebra en Córdoba (Argentina). En una sesión especial de esta tercera jornada, firmaron el acuerdo –y escenificaron su puesta en marcha– el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero ; el embajador de Perú en Argentina –en nombre del Centro Cultural Inca Garcilaso-Peter camino ; la directora del Instituto Caro y Cuervo, Carmen Millán , y el coordinador de Humanidades de la UNAM, Alberto Vital .
Instituto Claro y Cuervo
Canoa fue la primera palabra de la América de sus pueblos originarios que fue adoptada por la lengua española, que no tenía su propio nombre para el nombre de un medio. Sus cinco letras sirven para bautizar este proyecto ambicioso.
CANOA será un instrumento de los países hispanohablantes para favorecer la acción internacional conjunta y reforzar una presencia cultural potente y coordinada. Es parte de la premisa de la lengua común, un patrimonio compartido, más de 570 millones de hablantes, y la riqueza de las expresiones culturales de España y la Hispanoamérica. siglo XXI.
El director de Relaciones Internacionales del Instituto, Rafael Soriano, presentó la nueva red, cuyo objetivo es el de los países integrantes del «polo panhispánico», que se remite a un mismo objetivo.
Para que no quede en una mera declaración de intenciones, se pondrán en marcha proyectos concretos y tangibles de divulgación de la cultura en español. Se invitará a otros organismos y entidades –públicas y privadas– de promoción cultural del resto de países hispanoamericanos a integrarse en este espacio de difusión cultural denominado CANOA.
Diploma de Acreditación Docente
El Cervantes también presentó en el Congreso un nuevo Diploma de Acreditación Docente (DAD) para profesores de español. Dado que estos son una pieza fundamental en la enseñanza del español como lengua extranjera, el Instituto de Organismo Internacional de Referencia en la Formación de Profesores del Español quiere mejorar su sistema de capacitación. Por los no hispanohablantes. Para el director académico del Cervantes, Richard Bueno, este nuevo diploma se convierte en una herramienta fundamental en la acreditación del profesorado en los próximos años.
También se presentó el proyecto “Instituto Cervantes Lab”, un laboratorio de ideas que se enmarca en las líneas maestras de la estrategia cultural del Instituto (panhispanismo, sostenibilidad, agenda digital …), según explicó el director de Cultura, Martín López-Vega. Se trata de mostrar una cultura vanguardista en sus múltiples facetas, la aplicación de asuntos como la ciencia en español, la memoria histórica de los exiliados o la defensa de las lenguas cooficiales de España.
En este caso, Argentina, la Asociación de Academias y el país anfitrión, en este caso, Argentina.
Concluye el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española tras cuatro días de debates en Córdoba (Argentina)
• 250 ponentes de 32 países, casi la mitad mujeres, han abordado la unidad y diversidad del español, el mestizaje lingüístico, las disidencias del idioma, el lenguaje científico o la innovación
• La próxima cita será en Arequipa (Perú), la ciudad natal de Vargas Llosates
Punto final del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Córdoba (Argentina) desde el pasado miércoles, que ha analizado múltiples cuestiones relacionadas con el español: su presente –nadie pone en duda el momento dulce por el que atraviesa- y su futuro, sobre el que aparecen nuevos retos e interrogantes más allá del previsto crecimiento numérico de hablantes. El próximo congreso se celebrará dentro de tres años probablemente en Arequipa (Perú), la ciudad natal del Nobel Mario Vargas Llosa.
Un total de 250 ponentes, procedentes de 32 países (21 de ellos, hispanohablantes) han debatido en sesiones plenarias, ponencias y paneles sobre un amplísimo abanico de temas: unidad y diversidad del español, el papel de las Academias, lenguaje inclusivo, mestizaje lingüístico, lenguas precolombinas de América, traducción, literatura, historia, educación, corrección política, exilio, periodismo, judeoespañol, valor económico de nuestra lengua…
Y también sobre la sociedad digital, inteligencia artificial, ciencia en español, innovación o emprendimiento. Asuntos de este siglo XXI que aportan más interrogantes que certezas.
Con más de 5.000 inscritos que han seguido las sesiones, una casi equiparación entre panelistas hombres y mujeres, y un público muy entregado y mayoritariamente (85 %) femenino, hoy era el día de los balances, los agradecimientos y las enhorabuenas por la organización y desarrollo de un congreso para el que se acreditaron 500 periodistas.
El presidente de la Academia Argentina de las Letras destacó la “salud envidiable” del español, sobre el que “no se ciernen peligros”. Para José Luis Moure, el respeto a las variedades del español se ha conseguido gracias al panhispanismo.
El director académico del Instituto Cervantes calificó como “un puntazo” el congreso y la “variedad digna de encomio” de los asuntos abordados.
Richard Bueno explicó el largo camino que llevó a elegir el lema (“América y el futuro del español. Cultura y educación, tecnología y emprendimiento”), que fue el más largo de los lemas escogidos en los siete congresos anteriores, e hizo balance de los temas tratados, que se estructuraron en torno a cinco ejes temáticos.
El secretario general de la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española) afirmó que esta entidad, no siempre reconocida, defiende el policentrismo del español y un panhispanismo “que deja atrás viejas hegemonías y formas de dominación a través de la lengua”. Para Francisco Javier Pérez, la lengua es y debe ser “multinacional”.
No quedó fuera de la ceremonia de clausura el intendente (alcalde) de la ciudad anfitriona, conocida como “la docta Córdoba”. “Lo logramos”, dijo triunfal Ramón Mestre tras agradecer el “trabajo colaborativo” de miles de cordobeses que se volcaron en el Congreso y siguieron con evidente interés tanto el programa académico, desarrollado en el recién rehabilitado Teatro Libertador San Martín y otros edificios cercanos, como las múltiples actividades culturales de estos días.
“Pretensión de uniformidad”
Antes de la clausura se celebró la última sesión plenaria especial, que presentó Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, y protagonizó María Teresa Andruetto. La admirada escritora cordobesa se mostró combativa contra lo que denominó la “pretensión de uniformidad” del idioma. “La monolengua produce depredación”, dijo, “somos mestizos culturales”.
Con voz suave, Andruetto leyó un largo discurso en el que reivindicó la diversidad y los disensos, la resistencia ante quienes aspiran al “purismo idiomático” y la oposición al uso de un hispanoamericano neutro en doblajes de películas y traducciones de libros.
A su muy aplaudido discurso, García Montero respondió –como hablante- que la nueva Gramática española y demás normas (ortografía, etc.) son fruto de un gran acuerdo entre las Academias y no una obligación de la RAE. Recordó que el Instituto Cervantes no impone el español de España (ni siquiera está presente en los países hispanohablantes) y que el SIELE es una acreditación del nivel del idioma que depende del Cervantes y de tres universidades, dos de ellas hispanoamericanas (Buenos Aires y UNAM de México).
En definitiva, que el español es de todos y que quedan muy atrás los tiempos en que España (donde solo habitan el 9 % de los hispanohablantes) decidía qué y cómo debía hablarse con corrección.
Todo ello un botón de muestra de un debate soterrado que, en este congreso celebrado en el país del voseo, ha surgido en conferencias y paneles. No era la única cuestión espinosa. En la inauguración presidida por el Rey de España –acompañado por Doña Letizia– y el presidente de Argentina el pasado miércoles, Mario Vargas Llosa criticó al presidente de México por su petición al Rey de España para que pida perdón por la conquista de hace cinco siglos.
También hubo momentos para la risa, en especial en espectáculo que ofrecieron los argentinos Les Luthiers en la noche del jueves ante miles de personas, y otros para el homenaje, como el que se rindió a Víctor García de la Concha, exdirector de la RAE y del Instituto Cervantes, quien no pudo asistir por motivos de salud.
Un congreso en el que se ha batallado contra los retrasos y los incumplimientos horarios del apretado programa académico; un congreso con llenos totales en las salas y con muchos jóvenes estudiantes entre el público; un congreso en el que se habló de muchos asuntos pero en el que –según criticó Andruetto- no hubo un panel específico sobre uno de los temas estrella en la actualidad: el lenguaje inclusivo.
Y, como guinda final posterior –y ajena- al congreso, el fútbol: Luis García Montero asistió al campo de fútbol del Talleres, el estadio Mario Alberto Kempes, que albergaba el encuentro entre este equipo local cordobés y el River Plate de Buenos Aires, campeón de la última Copa Libertadores. Ahí se le hizo entrega de un placa conmemorativa del congreso y una camiseta de los «tallarines». El balompié argentino también se expresa, cómo no, en español.