El cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha vuelto a pedir que se impongan impuestos a los robots.
Según Gates, las empresas que reemplacen el trabajo humano con máquinas deberían pagar impuestos por este reemplazo. Según Gates, quien ha estado hablando públicamente sobre el tema desde 2017, si un trabajador humano que gana 50.000 dólares anuales paga impuestos, ¿por qué un robot que hace el mismo trabajo no debería enfrentar un impuesto similar?
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Propuso utilizar los ingresos generados por dichos impuestos para financiar programas sociales, capacitar a los trabajadores desplazados y crear nuevos empleos en áreas que requieren empatía humana, como el cuidado de los ancianos y la educación. “De un plumazo se cruza el umbral de la sustitución laboral”, explicó Gates, refiriéndose a sectores como el trabajo en almacenes y la conducción de vehículos, que ya están al borde de la automatización. Su argumento no era sobre castigar la innovación, sino más bien sobre gestionar sus impactos sociales.

Bill Gates
Formación y empatía
Gates advirtió que los gobiernos deberían estar dispuestos a elevar los impuestos e, incluso, a reducir la velocidad de adopción de la automatización, para ser capaz de gestionar el proceso desplazamiento de trabajadores en un amplio rango de empleos.

Según Bill Gates, en los próximos 20 años los robots reemplazarán a los humanos en la ejecución de muchos trabajos.
Así, el impuesto a los robots permitiría financiar el entrenamiento de las personas laboralmente desplazadas por la automatización para que se encarguen de hacer trabajos que son socialmente requeridos y para los cuales los seres humanos son especialmente aptos, como el cuidado de los ancianos o la educación de los niños.
«Con esa mano de obra disponible, hagamos un mejor trabajo para ayudar a los ancianos, tengamos salones de clase más pequeños, ayudemos a los niños con necesidades especiales. Ya sabes, todas esas cosas en las que la empatía y la comprensión humana siguen siendo únicas; y en las que aún tenemos una inmensa carencia de gente disponible para ayudar», agregó Gates en la entrevista.
Indicó que parte del financiamiento de estas nuevas actividades puede proceder de los impuestos sobre las ganancias generadas por el ahorro en pago de mano de obra derivado de la automatización y otra parte puede ser el impuesto a los robots.
En la entrevista, el hombre más rico del mundo afirmó que es muy malo que la gente sienta más miedo que entusiasmo por la innovación y consideró que la vía de los impuestos a la automatización es mejor para gestionar esto que simplemente prohibir algunos aspectos de la misma.

Con dinero del impuesto a los robots, los trabajadores desplazados podrán ser entrenados para nuevas tareas necesarias como el cuidado de los ancianos.
«Si quieres hacer algo ante la desigualdad, gran parte del exceso de mano de obra disponible debe ir a ayudar a la gente con ingresos más bajos. Eso quiere decir que puedes ampliar los servicios sociales para los ancianos, los discapacitados y puedes reforzar con más trabajadores el sector educativo», apuntó.
Destacó que en esta lucha contra la desigualdad el gobierno jugará un papel fundamental, con la ventaja de que si aplica estos impuestos dispondrá de los recursos para actuar, una vez que decida cómo quiere usar esos fondos.
Habrá que ver qué piensan de este impuesto que propone Bill Gates aquellos que defienden que los procesos de automatización están librando a los trabajadores de tareas tediosas y están ayudando a apuntalar sociedades basadas en el conocimiento.
Según señala el diario Financial Times, algunas compañías tecnológicas han sugerido que deben ser los consumidores y no las empresas las que deben pagar ese tipo de impuestos, ya que el costo de los productos fabricados por los robots es menor. Bill Gates, ha vuelto a pedir que se impongan impuestos a los robots.