
Los que vivimos el golpe de Estado del 23F
![]() Los que vivimos el golpe de Estado del 23F olemos los intentos de golpe a gran distancia. No es una cualidad para presumir de ella, pero sí para tenerla en cuenta, por puro instinto de conservación. Si alguien tenía dudas sobre la deriva peligrosa que ha ido marcando el llamado poder judicial – sobre todo en los últimos tiempos- que se asome al balcón de la actualidad política de este país y le pegue un vistazo a lo que está pasando frente a nuestras propias narices, sin tapujos, con el consabido descaro y esa increíble y blasfema impunidad que se gasta la derecha extrema española, que se vuelve a sentir protegida – siempre fue así- por aquellos que actúan en la sombra, sin dar la cara, pero con la convicción de que cincuenta anos seguidos de democracia en España es demasiado tiempo de libertades, y que la cosa ha de terminar, poco a poco, en una dictadura franquista, al ser posible, sin que se note demasiado; y si se nota, no importa. No soy muy amigo de las frases hechas, pero respecto a las injusticias y los malos manejos de la política y de la justicia, Platón nos obsequió con estas palabras que contribuyen a explicar lo que acontece en la justicia – y en la política en estos momentos:
Nos viene al pelo, como anillo al dedo. El bueno de Platón no podía imaginar que más de mil años después sus palabras estuvieran en vigor en un país tan cercano al suyo, bañado por las aguas de un mismo mar, y atado a una historia tan convulsa como la de su patria. Explicar lo que ha sucedido con el Fiscal General deL Estado, de sobra conocido y comentado en este foro, el resto de RRSS y en las medios, no deja de ser importante; pero, en mi modesta opinión, es igualmente útil reflexionar sobre qué nos aguarda detrás de la próxima esquina, de la siguiente parada de este tren franquista, cuya locomotora parece ir sin el propósito de respetar las más elementales señales que impone el tráfico ferroviario; a tumba abierta, que dirían los ciclistas ante una bajada peligrosa de una ruta de montaña. El compañero de Facebook Andrés Requena, un prodigio de las frases cortas, lo explicaba bastante bien – como siempre- en un post donde anunciaba la muerte de la fastidia en este país en una esquela mortuoria. Definitivo, real, verdadero, sin paliativos. Como se sabe, cuando la política entra por la puerta de una sala judicial, la justicia se precipita por una ventana. En estos tiempos, y sus consecuencias, vivimos.
O democracia plena o dictadura encubierta, no hay más cera que la que arde. O nos maneja ese contubernio, que es la FAES, del criminal de las Azores y demás gansters, o gobierna un Parlamento elegido democráticamente por la ciudadanía libre.
¿Ha muerto el franquismo, o no? Da lo mismo. Gentuza cómo Aznar ya existía en nuestro país antes de que Franco fuera espermatozoide. Es la España eterna la que nos aprieta. Es el «fachipobre», con su voto suicida, quien nos pone en un aprieto. Es la indiferencia, tan difícil de entender, la que nos consume. Es la ignorancia de los analfabetos políticos la que nos coloca en el disparadero. Ayuso no accedió al poder por un milagro de San Isidro, sino por el voto inútil de los que juegan a la ruleta rusa con su futuro y con el de los demás. Y todo ese poso infecto ha hecho posible que la cabeza del Fiscal General ruede por los suelos. ¡ Prueba superada!. dirán en las redacciones de la prensa facinerosa. Pero, ¿Qué será lo siguiente? Inquietante cuestión. No sé oirán las cadenas de los tanques desquebrajando el asfalto. Ya no hacen falta carros de combate para imponerse. Unos cuantos jueces, envueltos en la mezquindad más abyecta de sus togas, pueden ser quienes decidan sobre el bien o el mal. La Santa Inquisición del siglo XXl. La Gestapo de nuevo cuño. La ruina de un país. No hacen falta pruebas. Si no las hubiera, se inventan, que para eso está la imaginació, diré otra vez..¿ Se veía venir? Creo que sí. ¿Tomaremos nota? Está por ver. Hacen falta muchos puños en alto, esos puños apretando los dedos de esas manos que se cierran en señal de unidad, no de agresión. ¿ Me veré pisando las calles, en otros tiempos defendidas, junto a miles de compañeros y compañeras? Espero que sí. Hasta entonces, gracias por vuestras atenciones cuando estaba «malito». Es reconfortante pertenecer a esta gran familia de amigos y amigas, unidos por el deseo de que no nos roben nada de lo nuestro, de lo que es de todos. |




O nos dirigen nuestro representantes legales, o una enajenada mental madrileña, títere de la derecha, acabará en la Moncloa imitando a Hitler. En otras palabras: o reaccionamos o está gentuza fascista devorará, como las termitas, cincuenta años de desarrollo y progreso sociales. Este es el reto. He ahí la realidad. Ni que decir tiene que, esta realidad no admite fisuras ni disputas entre la izquierda. Los tiros en el pie, mañana. Las tontunas partidistas de algunos – y algunas- las debemos dejar para luego, para cuando toque. Y no es este el caso, creo yo. O cerramos filas en torno al mejor presidente – en mi opinión- que ha tenido la democracia, o nos vemos todos – y todas- en otra cosa que nada tiene que ver con lo que votamos en su día. O nos aplicamos el cuento o veremos desfilar, camino del Juzgado más próximo, al librero de la esquina, por vender » libros rojos», como en los años sesenta. Y después del librero, vendrán otras víctimas de este antisistema, que quiere un mundo acorde con su cuenta de resultados.