Por fin el resto del mundo ha podido conocer que
España es UNA DIVA VALIENTE Y PODEROSA.
Mientras Israel bombardeaba un hospital en Gaza dejando más de 135 muertos la pasada madrugada, millones de personas seguían #Eurovisión.
Y es que efectivamente el sábado pasado (17 de mayo) fue la final de Eurovisión y como no, hay que hablar de… La política en Eurovisión.
¿Alguna vez te has parado a pensar que Eurovisión sea un concurso en el que la política tenga un rol principal?
Vamos a remontarnos al porqué se creo. Eurovisión se concibió en el 1954 durante el desarrollo del proceso de integración europea tras la Segunda Guerra Mundial, en palabras de Patrick Jaquin (que era el Jefe Adjunto de Comunicación en la Unión Europea de Radiodifusión):
Tras la primera temporada de intercambios en 1954, nada pudo detener la oleada de Eurovisión. Europa quería dar la espalda a la guerra; la gente volvía a viajar, a cruzar fronteras y a comerciar. Los intercambios internacionales estaban a la orden del día, y la televisión reflejaba esta nueva atmósfera.
Por lo que ya vemos que, desde el inicio, Eurovisión tiene un fuerte componente político y que se creó para reforzar los valores de paz, tolerancia y prosperidad de la nueva Europa de posguerra.
¿Cómo te quedas?
La verdad que nosotros/as así:
Pero bueno es que este “buen rollo” que caracterizó la creación del programa, no tardó mucho en irse…
Las tensiones en Eurovisión.
Eurovisión siempre ha sido más que un simple concurso de música. En los 60, la entrada de España y Portugal causó polémica, porque algunos países decidieron no participar en las ediciones celebradas en España por su vínculo con el franquismo.
En los 70, el festival empezó a reflejar aún más las tensiones internacionales. La llegada de Israel, el conflicto en Irlanda del Norte y los roces entre Turquía y Grecia marcaron una época llena de debates. Y para terminar, después de la Guerra Fría, los países de los Balcanes y las antiguas repúblicas soviéticas aprovecharon Eurovisión como una puerta para acercarse a Europa occidental.

Y claro, los conflictos actuales también han dejado huella. El año pasado, hubo peticiones de boicot contra Israel por su ofensiva en Gaza, pero el festival decidió no excluirlo. Porque sí, la música une, pero también refleja el mundo en el que vivimos.
Entonces, ¿Qué pasa con los votos?
Las cosas claras y el chocolate espeso, como se suele decir. Los votos en Eurovisión no son casualidad y menos sabiendo que, como acabamos de ver, los conflictos internacionales han influido (de una manera u otra) en el programa.
Y es que como dicen desde el Orden Mundial:
Basta con echar un ojo a las dinámicas geopolíticas y al registro histórico de votos que arroja el concurso. Y es que por mucho que el acontecimiento no deportivo más visto del mundo trate de proyectar una imagen apolítica, su celebración no escapa nunca de polémicas partidistas y rivalidades entre países que instrumentalizan la competición.
Entonces vemos como las tensiones externas y afinidades culturales son las que marcan a quién se van a dar los votos y, por supuesto, cuántos votos se reparten
Pero espera que hay más.
Todas las tensiones que hay han llevado a que se puedan distinguir los bloques de votos que hay en Eurovisión. Un poco heavy que a raíz de un concurso de televisión, se hayan creado bloques, ¿no te parece?
¿Creías que la victoria de Ucrania en 2022 o el descenso de votos a Reino Unido desde 2016 era casualidad? Pues, efectivamente, no.
La política ha estado, está y estará siempre en el centro de nuestra vida. Desde los parlamentos nacionales hasta un concurso de televisión.
La final de Eurovisión de 2025
El fin de semana pasado vimos uno de los mejores ejemplos de que la política sí está y afecta a Eurovisión.
El jueves 15 de mayo se emitió la semifinal de Eurovisión en RTVE y los comentaristas dijeron lo siguiente antes de la actuación de Israel:
Las víctimas de los ataques de Israel en Gaza superan ya las 50.000 y entre ellas más de 15.000 son niños y niñas. Esta no es ninguna petición contra ningún país, es un llamamiento por la paz, la justicia y el respeto de los derechos humanos acorde con la vocación integradora y pacífica del festival de Eurovisión.
Por este comentario la UER dio una advertencia sobre que RTVE se exponía a una multa si seguía con esos comentarios. Además, recordó que las normas «prohíben las declaraciones políticas que puedan comprometer la neutralidad del concurso», y que «las cifras de víctimas no tienen cabida en un programa de entretenimiento apolítico».
A esto, RTVE respondió con el siguiente mensaje antes de emitir la final de Eurovisión:
Y es que, efectivamente, el silencio no es una opción. Cuando hay derechos humanos en juego hay que alzar la voz en cualquier medio que dé la opción de ello.