El orgullo y la insana autoestima
La sana autoestima incluye el reconocimiento de nuestras virtudes y defectos, esto implica humildad y es un antídoto poderoso contra el pernicioso orgullo; aceptarse y confrontarse a uno mismo, sin maquillajes, filtros ni retoques, es un acto que nos exige ser valientes y salir de nuestra zona de confort.
Aceptarnos implica conocer nuestro lado luminoso y nuestra parte de sombra, es un acto de madurez, que nos puede ayudar a evitar que relaciones que son importantes para nosotros se fracturen por este motivo. El “Amor”, decía el Dr. Fromm, “es la única respuesta satisfactoria a la existencia humana”. Sin embargo, muchos de nosotros no podemos desarrollar nuestras capacidades para amar en el único nivel que realmente cuenta el amor, pues éste implica madurez, autoconocimiento y coraje.
El orgullo puede destruir o desgastar relaciones, la humildad puede ser el antídoto, promueve la armonía reparadora.
Tenemos que tratar de ser flexibles en todos los sentidos, para promover relaciones basadas en el respeto y la armonía, no permitir que las emociones exaltadas den lugar a roces innecesarios. Es conveniente tratar de racionalizar las consecuencias de actuar de manera impulsiva.
El orgullo se convierte en algo muy tóxico cuando es excesivo, buscar el equilibrio, siempre es lo más aconsejable para nuestro bienestar biopsicosocial. Pues da una incapacidad a la persona para reconocer sus propios errores o para admitirlos.
Cuando las personas que se esconden detrás de la armadura del orgullo deciden salir de esa incómoda y rígida zona, en la cual han creado confort, es cuando pueden desarrollar relaciones más satisfactorias y felices.
Si a causa de tu orgullo se han desgastado o destruido relaciones que eran importantes para ti, trata de mantenerte más atento a tus acciones, en este preciso momento pudieras estar justo a tiempo de sanar una relación con alguien que valoras. Si te muestras más abierto, tratas de ser tolerante con los demás y de respetar sus ideas, usos y costumbres..
Resulta muy sanador para estas personas realizar un proceso terapéutico, para derribar esas barreras que les impiden disfrutar de muchos gratos momentos, mediante el ejercicio de la voluntad, psicoeducación y constancia, puedes aprender a responder de una manera en donde tus relaciones no se vean afectadas de manera negativa.
Sea cual sea la situación, tenemos que observar nuestro interior con la mayor objetividad posible, con amor y sobre todo mucha paciencia, para ser capaces de descubrir la carga de pasado que no fuimos capaces de dejar ir, la que nos impide avanzar. Sí mejoras éste aspecto puedes generar y aprovechar las oportunidades que la vida y la convivencia armónica te pueden brindar, pues hay riqueza en la diversidad.